viernes, 23 de junio de 2023

"Agua, cultura y tradición aragonesa" en el Festival Nocte Graus 2023

 El agua en las leyendas y tradiciones de Aragón


Espectáculo audiovisual y palabra

Textos de José Antonio Adell y Celedonio García
Música por los hermanos Enrique y Santiago Lleida

Jueves 29 de junio
Casa de la Cultura – Plaza Mayor, 9
A las 19:00 horas


El agua en Aragón, con sus leyendas y tradiciones, constituye el eje del espectáculo de música, imagen y palabra que nos traen José Antonio Adell, Celedonio García y los hermanos Santiago y Enrique Lleida.

Imagina como quedaría un espectáculo visual con todos los elementos de nuestro patrimonio hidráulico y tradiciones, con música del folklore aragonés.

Música, imagen y palabra se conjugan para mostrar la “Cultura Popular del Agua en Aragón”. La charla de José Antonio Adell y Celedonio García, acompañada por la música original de los hermanos Enrique y Santiago Lleida, y la proyección de más de 1.500 imágenes, muestran un excelente recorrido por las distintas facetas del agua en Aragón.

En la primera parte, la imagen y la música se expresan por sí solas en un pormenorizado repaso al ‘Patrimonio hidráulico aragonés’. Con música en directo de piano y sintetizador, los hermanos Lleida interpretan el sonido del agua, al mismo tiempo que en la pantalla aparecen fuentes, abrevaderos, lavaderos, pozos, aljibes, balsas, pozos de nieve, salinas, azudes, presas, minas, molinos, norias, puentes, canales, termas y baños.

A continuación, Adell y García analizan de forma detallada distintos aspectos, siempre apoyados con imágenes y música para crear una atmósfera más amena. Surgen leyendas, dichos, coplas, rogativas, juegos y un sin fin de historias que reflejan el sentir de los aragoneses con el agua.

http://www.noctegraus.es/index.php?mod=page&id=120

miércoles, 14 de junio de 2023

La carrera pedestre de Castejón de Monegros, siglos de tradición

Salida de la carrera pedestre del 2015

José Antonio Adell y Celedonio García

En Aragón, las carreras pedestres se denominaban “corridas de pollos”. Su nombre proviene de la recompensa con la que se premiaba a los primeros clasificados de la prueba. Lo habitual era que el vencedor recibiera tres pollos; el segundo, dos, y el tercero, uno. Al cuarto, en unos lugares, o al último, en otros, le entregaban una cebolla. La hortaliza era un premio “humillante”, pero también se convirtió en un premio apetecible en los años de posguerra.

Las carreras pedestres o “corridas de pollos” disputadas en Castejón de Monegros presentaban similitudes con las del resto de Aragón. Se celebran en un ambiente lúdico-festivo, propio de las fiestas patronales de Santa Ana. Antaño, también en las festividades de Santa Águeda (“carreras de mujeres”, en las fiestas organizadas por las casadas. En 1926 venció Hipólita Moliner). Y para San Roque, patrón de la calle de la Luna, se disputaban “corridas pedestres para niños”.

Carrera pedestre del 2008

Siglos de historia


Hasta hace poco tiempo, la cita más antigua de carrera pedestre que teníamos documentada en Aragón correspondía a la celebrada en Monzón en 1585, coincidiendo con la visita que Felipe II realizó a Monzón con motivo de celebrarse Cortes. Se efectuaron diversos festejos en la feria de San Mateo, entre ellos una carrera a pie y otra a caballo. El premio fue una pieza de tafetán, sombrero y espada. Sin embargo, recientemente, Constantino Escuer nos ha facilitado datos del Archivo Histórico de Perdiguera en los que aparece la “corrida de la espada” en 1526, recordándonos la cita de Monzón y otras “corridas de espadas” que se celebraban hasta mediados del siglo XIX en las fiestas de San Lorenzo y en los barrios de la capital. Los datos de Perdiguera también nos permiten conocer la evolución de la “corrida de la espada” a las “corridas de pollos”, que, presumiblemente, se produciría de forma similar en la comarca de Monegros y en otros lugares de Aragón.

A finales del siglo XVI aparecen los pollos como premio en la “corrida”, conjuntamente con la espada. Hasta esta fecha, la “corrida de pollos” más antigua que teníamos documentada databa de 1609, celebrada con motivo de la traslación de las reliquias del prelado oscense San Orencio, desde Aux (Francia) hasta Huesca, se organizaron festejos por todos los lugares de paso. En Bolea se celebró una gran misa y después hubo “corridas de pollos” y otros actos.

Carrera del 2013

En el siglo XIX las noticias sobre disputas de “corridas de pollos” ya abundan por todo Aragón. En 1843 la reina Isabel II de España juró las Cortes Generales y la Constitución de 1837 al declararse su mayoría de edad; con tal motivo se organizaron festejos por muchos lugares: en Calatayud hubo abundantes regocijos, entre ellos las “corridas de pollos” a cargo de la Junta de Comunidad.

También se disputaron “corridas de pollos” coincidiendo con el aniversario de la República en lugares como La Almunia de Doña Godina, en 1932 y 1933; aunque lo habitual era que se celebrasen durante las fiestas de los pueblos, tal como señala Madoz en su Diccionario Geográfico de España, en 1850, comentando las fiestas de los pueblos del partido judicial de Jaca.

En el Libro de Visita de Luesia de 1804 leemos una interesante crónica que habla de esta prueba, con alusiones a la indumentaria por no ser del agrado de la autoridad eclesiástica:

“Se prohíben bajo pena de Excomunión Mayor -ipsu facto incurrenda- las diversiones públicas que se hacen en los días de la Natividad de Ntra. Sra. y en la festividad del Pilar y consisten en que los hombres corren casi desnudos para ganar un premio estipulado (que suelen ser un pollo) lo cual se hace a presencia de los alcaldes y ayuntamiento y de todo el pueblo: las expresadas carreras no quedan prohibidas si se executasen por hombres enteramente vestidos al uso del país”.

Este breve comentario resume, en pocas palabras, algunas características de estas competiciones deportivas. Siempre se organizaban en un ambiente lúdico, propicio para el revestimiento con rituales que enriquecían el festejo. También fueron fuente de inspiración de destacados escritores y pintores costumbristas aragoneses.

En el siglo XIX se disputan “corridas de pollos” en todas las poblaciones de los Monegros. A final de siglo, el resonado triunfo del berbegalense Mariano Bielsa, apodado “Chistavín”, que el 22 de octubre de 1882 vence al italiano Aquiles Bargossi en la plaza de toros de Zaragoza, destapa la existencia en Aragón de numerosos corredores forjados en las “corridas de pollos”.

Corredores/as castejoneros/as (2013)

Valero Nogueras, de Castejón de Monegros

Uno de los corredores curtidos en numerosos torneos comarcales, como podrían considerarse las disputas de las “corridas de pollos” de la época, sería Valero Nogueras, natural de Castejón de Monegros.

Coincidiendo con el triunfo de “Chistavín” sobre el italiano Bargossi, considerado “el mejor andarín del mundo”, en la prensa regional (La Derecha, El Norte de Aragón y El Diario de Zaragoza), aparecen las hazañas de Valero Nogueras, de 18 años, natural de Castejón de Monegros. Entre sus proezas se destaca la de correr en menos de una hora el trayecto Sariñena-Castejón, un hecho increíble, puesto que son veinticuatro los kilómetros que separan ambas localidades. Aunque en la época era habitual que se exageraran los registros logrados en ese tipo de gestas, podemos considerar a Nogueras como el pionero monegrino de los andarines o como «El Chistavín monegrino».

A partir del resonado éxito logrado por el “andarín” de Berbegal (en realidad eran corredores), éste se profesionaliza y disputa numerosas carreras de competencia por toda la geografía española. Algunos de sus más destacados rivales serían aragoneses. Uno de ellos el castejonero Valero Nogueras.

A principios de noviembre de 1884 el Diario de Avisos de Zaragoza recogía una carta de Valero Nogueras reclamando una carrera de competencia que, desde hacía algún tiempo, pretendía disputar con “Chistavín”. Nogueras exponía lo siguiente:

“Sr, D. Mariano Bielsa (a) Chistavín, Berbegal.- Muy Sr. mío: Aunque del concepto del presente ya tiene V. conocimiento por carta, que diciendo lo propio obra en su poder, y a la cual aún no he tenido contestación, creo prudente reproducirlo en este periódico para que advertido el público de mi reto no pueda ya evadirse de aceptarlo, ya que de corredor lleva V. fama, y por ello paga al Estado contribución. Yo no me encuentro en ese caso; no digo más que con hechos lo que corriendo valgo, y por lo mismo esta prueba entre V. y yo queda aplazada para el día que V. quiera en la plaza de Toros de Zaragoza, dando tantas vueltas como V. me determine, pues me encuentro dispuesto a darle a V. una lección, o a sufrir un engaño; pero creo será lo primero. Así pues espera merecer pronta contestación de V. su afectísimo s.s., Valero Nogueras”.

La respuesta de “Chistavín” a la carta de Nogueras publicada el día 3 de noviembre fue inmediata: el día 6 del mismo mes el Diario de Avisos la daba a conocer:

“Sr. D. Valero Nogueras. Muy señor mío: Recibí la suya a su debido tiempo y me enteré también del Remitido insertado en el Diario de Avisos el día 3 del corriente, el cual me apresuro a contestarle, ya que a ello me obliga, contrariando mi voluntad, porque no quería exponerle a una derrota, pero ya que V. se empeña acepto su reto y determino la carrera en la forma siguiente: Apuesta mil pesetas por lo menos, vueltas 300, y V. delante. Así, pues, sírvase V. no faltar para verificar la carrera el domingo próximo, a cuyo efecto, con esta misma fecha, ordeno a mi apoderado organice y anuncie la función. De V. aftmo. s.s.- Carrerista con patente, Mariano Bielsa (a) Chistavín”.

Al día siguiente y hasta la fecha señalada para el reto, los diarios insertaron en su sección de espectáculos el siguiente anuncio del reto:

“Plaza de toros.-Gran función mixta con 6 bravas vacas de capea y los célebres andarines Mariano Bielsa (a) Chistavín y Valero Nogueras para el domingo 9 de noviembre.- A las 3. Entrada a tendido 2 reales. Niños y militares sin graduación 1 real”.

Por efecto de lo desapacible del tiempo, la carrera de competencia de los andarines no pudo celebrarse, aplazándose la porfía al domingo siguiente. La suspensión de la carrera suscitó algunos comentarios poco favorables a Valero Nogueras. Por este motivo, José Blanc Montaner publicaba en el Diario de Avisos (14 de noviembre de 1884) las siguientes líneas:

“Como quiera que ha llegado a mis oídos que el mencionado Nogueras se resistía a correr con Bielsa por temor a ser derrotado por éste, cúmpleme manifestar que la carrera entre ambos se verificará y que por mi parte estoy dispuesto a aceptar en contra de Mariano Bielsa las apuestas que se hagan, y al efecto tengo destinadas a este objeto 5.000 pesetas en mi domicilio, calle de San Pablo, número 37”.

La prueba se celebró en la fecha señalada con una buena entrada de público a la plaza, según narraba el Diario de Avisos (17 de noviembre de 1884): “Comenzado el espectáculo, emprendieron la marcha los dos corredores: Nogueras delante, Bielsa detrás y siempre a su alcance. El público se impacientaba por la monotonía del espectáculo, y conociéndolo así Bielsa, a las 160 vueltas dio un tremendo avance sobre su contrario, y al compás de la jota, corriendo con una velocidad sin igual, tomó una gran ventaja. Nogueras comprendió la inutilidad de sus esfuerzos y retiróse del lugar de combate. Grandes aclamaciones al vencedor, que fueron apagados con la salida de la primera vaquilla de las seis que debían ser capeadas por los aficionados al arte de Montes”.

Carrera pedestre del 2015

La carrera de Santa Ana

Las crónicas de las fiestas de Santa Ana del siglo XIX recogen los festejos que se celebran en honor a la patrona, entre los que no faltan las típicas corridas. En la “corrida” de 1876, la primera que tenemos documentada de Castejón de Monegros, ya encontramos un dato interesante, la participación de las mujeres; según la crónica publicada en El Diario de Zaragoza, se celebraron “corridas de hombres y mujeres”.

La crónica de 1892, publicada en La Derecha, hace referencia a las “tradicionales y típicas corridas de pollos”.

En 1899 El Diario de Huesca comentaba los festejos del día 25: “Por la tarde se celebró la acostumbrada corrida al estilo del país, y más tarde, en la plaza pública, se celebraron animados dances que fueron presenciados por todo el pueblo, y por la noche se quemó una escogida colección de fuegos artificiales que agradó muchísimo al concurso”.

Vencedores de la carrera pedestre del 2009 con las reinas de las fiestas

Los premios para los primeros clasificados consistían en las típicas aves de corral que daban nombre a la prueba. En 1911 y 1912 los tres primeros clasificados repitieron las mismas posiciones. Ambos año venció el local Mariano Serrate Palacio (vencedor también en 1909), seguido de Vicente Abión Buil y de Pedro Dupla Casanovas.

El Noticiero, el Diario de Avisos de Zaragoza, el Diario de Huesca o el Heraldo de Aragón recogían en sus páginas crónicas de las fiestas. Este último diario zaragozano, comentando la carrera de 1915, decía: “A los acordes de una marcha triunfal tocó primero la meta empenachada de pollos en la corrida de costumbre, el joven Vicente Abión, recorriendo en 3 minutos y 35 ss. un trayecto de 1 km.”. Los pollos correspondientes a la segunda plaza se los llevó Paulino Serrate Terreu y las sobras se las quedó Saturnino Farled Buil.

En los años veinte nuevos corredores se citan en la palestra, procedentes de diferentes lugares de la comarca y, al final de la década ya acuden los mejores corredores regionales. En 1927 el cronista de La Voz de Aragón se deshacía en elogios al campeón de la carrera:

“El día de la Patrona, momentos antes del Rosario General, se celebró una gran carrera pedestre, habiéndose adjudicado tres premios a los vencedores por el orden siguiente: 1º José Labara, muchacho de 16 años de Castejón de Monegros. Es un caso asombroso de velocidad y resistencia y llegará muy lejos si sabe cultivar sus facultades”. Tras Labara llegaron a meta Jerónimo Barrieras, de Lanaja, y Mariano Zamorano, de Sariñena.

En esta época las aves de corral dejan paso a los premios en metálico y entre los vencedores aparecen nombres míticos del atletismo aragonés: Dionisio Carreras, de Codo, el primer olímpico aragonés y noveno en el maratón de la Olimpiada de París en 1924, e Ignacio Latorre, de Santalecina, que en 1928 mantuvo un famoso duelo con Carreras en la plaza de Toros de Zaragoza del que salió victorioso. Sin olvidarnos de otro destacado corredor, Bautista Peralta, de Sariñena. El diario oscense La Tierra narraba decía lo siguiente: “El día de Santa Ana, a las 18 horas, corrida pedestre, cuyos premios consistentes en 100, 50 y 25 pesetas ganaron después de extraordinaria lucha, que duró una hora, los afamados corredores Carreras, Bautista y Santalecina, respectivamente”.

Anuncio de la carrera pedestre de 1930

En 1930 se dieron cita los mejores corredores aragoneses. Algunos de ellos obtuvieron varios títulos en los campeonatos de España de Maratón. En la prueba pedestre de doce kilómetros de recorrido, según comentaba La Voz de Aragón, volvió a vencer el veterano Dionisio Carreras, que fue muy ovacionado. “El público, numerosísimo, quedó muy complacido”. Los premios eran los mismos del año anterior y tras Dionisio Carreras, de Codo, llegaron a meta por el siguiente orden: Vicente Magén, de Montañana, Manuel Clavero, de Zaragoza, José Hernández, que pertenecía al Valencia F.C.; un corredor de Lanaja que debía ser Julián Salillas, y Miguel Rodríguez, de Castejón.

Tras el paréntesis fratricida la carrera pedestre y otras pruebas típicas del deporte tradicional aragonés se disputaban en el magnífico escaparate de las fiestas de Santa Ana. El Diario de Huesca de 1941 hacía la siguiente crónica festivo-deportiva:

“En la carrera pedestre obtuvo el primer premio el corredor de Castejón de Navarra, Jerónimo Monje (su carrera deportiva se desarrolló en Zaragoza con el Real Zaragoza; este año y en 1943 se proclamó campeón de España de Maratón y en 1942 subcampeón). En el tiro de barra hizo gala de fuerza y destreza nuestro paisano Santiago Balién. Y, por último, los vecinos del Barrio Bajo, que capitaneaba Julián “El Colasico”, supo triunfar en el reñido concurso de tiro de cuerda contra los vecinos del Barrio Alto. Todos los festejos fueron amenizados por la magnífica agrupación musical “Los Maniáticos del Ritmo”, que dirige el reputado profesor don Jaime Oliva”.

Anuncio de la carrera pedestre de 1932

En la década de los cuarenta la carrera se disputaba en la Eras Altas. Primero había una “gran carrera pedestre infantil” para niños menores de 14 años, con premios de 10, 5 y 3 pesetas para los primeros clasificados, respectivamente, y, a continuación, otra en la que podían tomar parte todos aquellos que lo desearan, tanto de la localidad como forasteros. Los premios de esta carrera eran de 150, 100, 50 y 25 pesetas, para los primeros clasificados, respectivamente, y se establecían primas en las vueltas que la Comisión de Festejos estimase oportuno. Curiosamente, como hecho excepcional, en el programa de fiestas de 1947 se decía que en la carrera pedestre para mayores “podían tomar parte en ella exclusivamente las personas domiciliadas en la localidad”.

Anuncio de la carrera pedestre de 1933

Esta década y la siguiente serían los años en los que destacaron atletas como Alberto Murillo, Pedro Sierra, Paco Binaburo o Tomás Ostáriz, entre otros muchos destacados corredores aragoneses. También comenzaron a llegar atletas de gran nivel procedentes de Cataluña.

En los años sesenta y setenta surgiría en Castejón otro destacado corredor, Fernando Abión. Las carreras se disputaban en el campo de fútbol.

Nuevas generaciones de corredores irían reemplazando en los puestos de honor a nombres míticos de épocas anteriores. Y participa la primera mujer, Montse Abelló, destacada atleta zaragozana a nivel nacional.

Jota de los pollos, baile ritual de los vencedores

En un breve periodo de tiempo la carrera se dejó de celebrar (entre los años 1986 a 1993), pero después resurgió con fuerza y, como durante siglos, la carrera pedestre sigue siendo uno de los actos más tradicionales, populares y concurridos de las fiestas de Santa Ana.

En 1998 llegó el primer atleta marroquí afincado en España, y en la primera década del siglo XXI la presencia de los atletas de origen africano han ido desterrando a los catalanes y a muchos de los mejores corredores aragoneses.

El largo historial deportivo de los numerosos corredores que han participado en la carrera pedestre de Castejón llenaría muchas páginas gloria. Han sido muchos los atletas que han participado en la carrera que poseen títulos a nivel nacional e internacional y que han participado en las más importantes competiciones atléticas a nivel mundial.

Entre todos ellos habría que destacar la presencia de Eliseo Martín Omenat, vencedor en 1996. Eliseo Martin, subcampeón del mundo de 3.000 m. obstáculos, es, sin duda, el mejor atleta aragonés de la historia.
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