sábado, 1 de marzo de 2008

Juegos en romerías

Foto: J. A. Adell. Actuación de “aizcolaris” en la romería de San Quílez en Binéfar (16 de abril de 1990)
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DEPORTES Y JUEGOS TRADICIONALES

Por José Antonio ADELL y Celedonio GARCIA

Casi todos los pueblos altoaragoneses participan tradicionalmente en una o varias romerías anuales. Son pocas las poblaciones que no tengan algún eremitorio, santuario, ermita, pilaret o capilla a donde acudan sus gentes para participar en una jornada de celebración religioso -lúdico-festiva.

Hemos hablado en otras ocasiones de estas romerías y existen excelentes trabajos sobre ellas. Sirvan como botón de muestra los libros del incansable Enrique Satué Religiosidad popular y romerías en el Pirineo y Las romerías de Santa Orosia o los de Ricardo Mur Saura sobre la romería a la Virgen de la Cueva o el voto a San Indalecio. Todas estas publicaciones están excelente mente documentadas.

Tiro de barra en la romería a la ermita de San Gregorio (Zaragoza 2007) Foto: C. García

En esta ocasión nos referiremos a los juegos que practicaban los romeros tras la celebración religiosa. La romería era un punto de encuentro donde se cerraban tratos, se realizaban ajustes, se formalizaban noviazgos o se afirmaban criados. Así pues, las expresiones más profundas de las gentes tenían su exteriorización en estos encuentros. Por un lado la celebración religiosa, la mayoría de las veces tras una dura caminata, expresión de las creencias más profundas. Por otro, la expresión folklórica (dances, jotas, paloteados, “alacay” de Ansó, baile de mayordomos en la ermita de San Mamés, en San Juan de Plan, etcétera) y la de convivencia o social, puesta de relieve en el ágape compartido, Finalmente la expresión lúdica, reflejada en los juegos y bailes.

Carreras a pie

Carrera ritual de los mozos de Zuera en la romería a la Virgen del Salz
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En la romería a San “Bllascut”, en Campo, se corre una prueba pedestre desde la ermita hasta la plaza de la Iglesia. En los años treinta destacaba Jesús Morancho.

Ermita de San Roque en Albelda (Foto: C. García)

En Albelda el día de San Roque los mozos pasan la noche durmiendo en los pajares próximos, y el día del patrón, tras la misa y el canto de gozos se corren las pruebasdel “chung, l'aigüera y la pállera”. Reciben este nombre porque .se sale desde un junco, un pajar y un barranco, estando la meta de todas ellas en la ermita de San Roque.

En ese mismo día en Peralta de la Sal también acudían a la ermita del santo donde tenía lugar la carrera pedestre que Ricardo Laplana llegó a ganar en nueve ocasiones (años 1942-1950). En la actualidad la ermita está derruida y la carrera pedestre se celebra el día de la fiesta mayor en honor a San José de Calasanz. La carrera se dedica en homenaje a Ricardo Laplana, hombre que goza de enorme popularidad, de tal forma que es el encargado de dar la salida en las carreras de las fiestas de Tamarite, Binéfar, Monzón y, por supuesto, en la de su pueblo. La carrera de Peralta goza de gran prestigio.

En Baells en la fiesta de Santo Toribio, en el mes de abril, se acudía a la ermita del santo, donde se colgaban los tres pollos en un olivo, que luego se darían a los primeros clasificados.

Prueba de resistencia era la que realizaban los mozos de Zuera en la romería a la Virgen del Salz, donde no debemos olvidar también acudían mozos de los pueblos de La Violada. Veamos una crónica de 1927:

“A las cinco de la mañana suele empezar el desfile de los buenos zufarienses hacia la ermita, que dista diez kilómetros, haciendo uso de todo tipo de vehículos.

Al empezar la cuesta que da acceso a la ermita, se organiza la procesión, en la que figura una enorme bandera que un grupo de mozos lleva corriendo sin detenerse, teniendo a gala llegar, a ser posible, haciendo el recorrido en el mismo tiempo que el año anterior o en un minuto menos; ha de tenerse en cuenta que suelen recorrer los diez kilómetros en media hora y no se detienen ni para cambiarse la bandera.

A pesar del airazo que hizo durante el día, los mozos de Zuera no se amedrentaron, realizando la hombrada Miguel Tenas, Isidro Ferrer, José Lanuza, José Oliván, Rogelio Sarasa, Antonio Marcén y Ramón Berasén” (1).

A caballo

Sena

En Sena, antaño, los mozos iban a la ermita de Santa Quiteria en carros artísticamente engalanados y montados sobre corceles, llevando en grupa a sus amigas o prometidas.

En Bujaraloz, población de los Monegros zaragozanos, pero muy vinculada a nuestra provincia, se competía con los carros tirados por mulas a galope tendido dando tres vueltas a la ermita de San Jorge, en el día de la romería. A la vuelta se entraba también a la población a galope saludando a los que se habían quedado.
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Ermita de la Virgen del Viñedo en Castilsabás (Foto: C. García)

En la romería a la Virgen del Viñedo, en Castilsabás, a comienzos de siglo los jóvenes donceles llevaban en grupa a las jóvenes de su predilección (2).
Según una crónica de la romería a la ermita de San Pablo, en Ayerbe, del año 1907, varios devotos desafiaron las inclemencias del tiempo y recorrieron la distancia que separa la ermita de la localidad (unos, cuatro kilómetros) cabalgando sobre monturas bien enjaezadas y llevando en grupa hermosísimas jóvenes (3).

En otra crónica del año 1903 se dice que “el regreso de los romeros a la villa es un cuadro magnífico en el que resalta la inveterada costumbre de ir las mozas en las grupas de los caballos asidas fuertemente al jinete, su pareja, para poder mantenerse firme en el loco galopar de los caballistas corredores en competencia" (4). Se acudía a esta romería el día de la Conversión de San Pablo (25 de enero) y tras los actos religiosos era costumbre que se rifaran los denominados “gallos del santo”.

Juegos diversos

En Laspuña, en la romería a la Virgen de la Fuensanta a los pies de la Peña Montañesa el primer domingo de mayo, tras la misa y la comida, se organizan diferentes juegos.

Ermita de Santiago en Sariñena (Foto: C. García)
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En Sariñena, en la romería a la ermita de Santiago, el día de San Isidro, después de la misa y del reparto de tortas hay tiro de soga y otras diversiones.

En Monzón, en la romería a la Virgen de la Alegría, el lunes de Pascua hay tirada de barra y tiro de soga. Algún año se ha organizado también carrera pedestre hasta la ermita. Este eremitorio fue escenario de una carrera pedestre en la boda de Fernando García y Ana Ciria, el 24 de junio de 1995.

En Binéfar, en la romería a San Quílez, el lunes de Pascua, tras la celebración religiosa se organizan una serie de cucañas en la explanada de la sierra, entre las que destaca el poste enjabonado, del que cuelga un jamón. Un año se celebró una exhibición de deporte rural vasco con la presencia de “aizkolaris”.

En la romería la Virgen de Ubieto acudían, en cumplimiento de un voto, el segundo día de Pascua de Pentecostés, los pueblos de Sieso de Jaca, Artasona, Orna y Latrás. Tras la misa mayor, el reparto de la caridad y la comida se organizaban diferentes diversiones.

En la romería a la ermita de Jara, el segundo día de Pascua, tras las meriendas en las Fuentes de la Salud, Marzal y de la Teja se organizaban bailes en las arboledas y diferentes diversiones en el denominado barranco de la Salud.

Competiciones deportivas

En la romería de San Indalecio, en el Campo de Jaca, los romeros participan en competiciones, deportivas junto a los prados del monasterio nuevo. En Biescas se organiza una prueba pedestre en la romería a Santa Elena en las fiestas de verano.

Ermita de San Jorge en Huesca (Foto: C. García)
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En la fiesta de San Jorge, en Huesca, se ha celebrado varios años una carrera popular que termina en el cerro donde se sitúa la ermita del santo. Aunque la romería actual varía mucho de las de antaño, en las que el rojo de los hábitos de los canónigos y de las bandas de los concejales pasaban por el denominado Barrio Nuevo y desfilaban entre los campos de exuberante vegetación primaveral, yendo al frente flameando la bandera de San Jorge; ante el chillón sonido de las campanas de la ermita.

Sin embargo, debemos reconocer que entre los actos lúdicos de estas romerías no han sido los juegos y deportes los más destacados, sino las celebraciones gastronómicas o de comensales. Veamos, finalmente, en la romería a la Virgen de Izarbe en Anzánigo, celebrada en el mes de mayo, lo que destacaba el corresponsal en 1930:

“En la explanada de la ermita el alcalde obsequió a los romeros con vino, licores, pastas y tortas exquisitas.

Llegada la hora de la comida, sobre el verde césped, se extendía el clásico mantel, no faltando la paella, el ternasco, el pollo a la chilindrón, ensalada con escabeche y huevos duros, las pastas, licores y habanos” (5). Y eso que no eran tiempos de abundancia.

CITAS BIBLIOGRAFICAS:
  1. La Voz de Aragón. 7 de junio de 1927. Artículo titulado “Romería a la Virgen deSalz”.
  2. Heraldo de Aragón. 30 de abril de 1904.
  3. Heraldo de Aragón. 27 de enero de 1907.
  4. Heraldo de Aragón. 28de enero de 1903.
  5. Heraldo de Aragón. 18 de mayo de 1930.
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses” del Diario del Altoaragón, 19 de enero de 1997
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