García y Adell en Andorra la Vella
Ayer, viernes 5 de noviembre de 2010, comprobamos el sentimiento aragonés que conservan, con un fervor y entusiasmo asombroso, los aragoneses que permanecen fuera de su tierra.
En el salón de actos del Comú d’Escaldes-Engordany estuvimos recorriendo Aragón, contando historias y anécdotas, recordando coplas y apodos, y bromeando con el humor aragonés.
Desde el Principado viajamos a través de la imagen y la palabra por todo Aragón, con paradas imprescindibles en La Almunia de Doña Godina, Calatorao, Villafeliche, Aniñón, Belmonte de Calatayud, Torralba de Los Frailes, San Mateo de Gállego, Zaragoza, Bello, Calamocha, Barrachina, Alcañiz, Valdetormo, Libros, Lanaja, Aguas, Estada, Binéfar, La Almunia de San Juan, Graus y Fraga, entre otros muchos lugares.
Foto de familia con algunos asistentes a la charla
En lo fotografía, Adell, a la derecha, y García, a la izquierda
Hemos tenido tiempo de recorrer las calles de Andorra, visitar paisajes y disfrutar con algunas de las muchas maravillas que posee el Principado.
Los aragoneses en Andorra recuerdan su tierra y como todos los aragoneses de la diáspora expanden, allá donde van, el "ser aragonés", una expresión similar a "ser de Daroca", que se decía en sentido figurado para destacar que se era pródigo y generoso.
El "Pont de la Margineda", en el río Valira, el más grande y esbeto del Principado; está situado en el camino real que iba de Sant Julià hasta Andorra la Vella, pasando por Santa Coloma. Es un puente románico del siglo XII. Tiene una longitud de 33 metros y una altura de 9,20 metros.
Fotos: Celedonio García
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