viernes, 31 de agosto de 2018

Festejos en honor a San Lorenzo y San Vicente por tierras turolenses

Fortanete

Por José Antonio Adell y Celedonio García
Historiadores y escritores

Los dos santos universales oscenses tienen dedicadas catedrales, iglesias, ermitas y son diversas las poblaciones que los festejan en varios países del mundo católico. En esta ocasión nos detenemos en la provincia de Teruel, al igual que hicimos en su momento en este especial con la provincia de Huesca y Zaragoza.

Por tierras del Jiloca, Olalla celebra sus fiestas mayores en honor de San Lorenzo. Sus escasos habitantes en invierno se multiplican en verano y durante cuatro días, más la víspera, se organizan distintos actos, entre los que destaca el rosario de la aurora con los cantos de coplillas de los auroros, las carreras de sacos, el concurso de disfraces, las verbenas, las comidas populares, la fiesta de la espuma, la chocolatada, la paellada y la comida popular.

En Bañón desapareció hace algunos años la romería a la ermita de San Lorenzo.

Iglesia de San Lorenzo en Mezquita de Jarque

En las Cuencas Mineras, Mezquita de Jarque posee iglesia dedicada al mártir San Lorenzo. Los días previos se desarrolla la semana cultural. El día diez hay misa, procesión, reparto de pan bendito y enhorabuena ofrecida por el ayuntamiento. Otro de los días la celebración eucarística tiene lugar en la ermita de la Virgen de la Rosa. Completan el programa la carrera pedestre, las verbenas, la cena popular, los concursos, los juegos tradicionales, el guiñote, el parque infantil, el concurso de morra y las jotas.

Muniesa celebra sus fiestas en honor a San Lorenzo

En Muniesa disfrutan de unas animadas jornadas festivas con carrozas e imposición de bandas a las “aixas”, charanga, ronda jotera, animación de las peñas, comida popular, bailes, vaquillas, concurso de recortadores, juegos infantiles y merienda de la vaca.

En la Comunidad de Teruel, en Escorihuela se organizan el fin de semana más próximo las fiestas en honor del santo oscense. Destacan los juegos infantiles, verbenas, disfraces, espectáculos taurinos, etc. El último día celebran una comida de hermandad. En la procesión van las imágenes de tres santos, San Antón, San Lorenzo y Santa Quiteria. Cada uno lleva colgado de un brazo un rollo o roscón. Después de ser bendecidos se reparten entre los vecinos con efectos benéficos y de protección.

En Riodeva los festejos en honor al mártir se inician tras el pregón y chupinazo. Además, organizan actos para los niños, competiciones deportivas, comida popular, concurso de guiñote, jotas, bingo, baile con orquesta y discomóvil.

Por el agreste Maesgrazgo, en Fortanete se denominan fiestas de la juventud. Destacan los toros de fuego y los emboladores. No falta la misa baturra, el día del patrón, las verbenas, el parque infantil, los concursos de guiñote, dardos y futbolín, los juegos tradicionales, los bailes y la monumental paella.

Tronchón

En Tronchón, cuyo queso ya aparece mencionado en el Quijote, en uno de los mases encontramos la ermita de San Lorenzo sin culto en la actualidad por la marcha de los masoveros.

Por la Sierra de Javalambre, en Torrijas mantienen los festejos de San Lorenzo con actos religiosos y lúdicos. Cerca de aquí, en Los Pertegaces, aldea de Olba, la celebración cuenta con jotas, cena popular, guerra de agua, guiñote, vaquillas, toro embolado y discomóvil.

La devoción a San Vicente se remonta al paso del mártir y diacono oscense acompañando al obispo San Valero a Valencia por orden de Daciano, en el año 304. Partieron de la Caesar Augusta romana al amanecer, siguiendo la vía Laminium que unía esta ciudad con Valentia (Valencia) y caminaron durante todo el día hasta llegar a Carae (actual Cariñena). Llegaron con los pies llagados y los soldados no les permitieron que bebiesen agua.

Daroca. Pozo de San Vicente

Al tercer día la comitiva se detuvo en Agiria (actual Daroca). Los soldados maltrataban a Valero y Vicente, que padecían una horrible sed. Sus sandalias estaban rotas y los pies ensangrentados por la dureza del camino. Sus túnicas se mostraban manchadas por el polvo y el sudor. Valero se apoyaba en su cayado con una mano y con la otra cogía el brazo de Vicente. Fueron hospedados en casa de una patricia, Plácida, a quien le servía una esclava, Gelia. Allí los soldados comieron y bebieron. Sin embargo hay órdenes estrictas para que los detenidos no pudiesen beber.

Valero cayó al suelo desmayado. Vicente, entonces, tomó el cayado de Valero y golpeó el suelo tres veces. Pronto empezó a brotar el agua con fuerza y el obispo y su diácono pudieron aplacar su sed.

El viaje hacia Valentia continuó, descansando en algunos lugares sobre una piedra, como ocurrirá en el lugar que siglos más tarde se llamaría Bueña. Atravesaron entre otros lugares Albopnica (actual Fuentes Claras), Segobriga (actual Segorbe) y Saguntum (actual Sagunto).

En Bueña son las fiestas de invierno y se acude en esta jornada a la ermita donde creen que descansó el santo. Cerca de aquí, en Cutanda, la ermita de San Vicente la construyó el Concejo en 1675, pero existía constancia de otra en ese lugar. Antaño sus fiestas patronales, en honor del santo oscense, llegaban a durar una semana.

Fuente de los Santos en La Puebla de Valverde

Sobre el nombre de La Puebla de Valverde existe una leyenda que narra que los santos aragoneses pasaron por el lugar y sus habitantes quisieron escuchar su palabra y ser bautizados. El romano que dirigía la guardia los increpó para que, si su dios era el verdadero hiciera brotar agua, ya que no la había por los alrededores. Cuentan que San Vicente trazó una cruz con su bastón y brotó agua. Allí construyeron una capilla dedicada a la Virgen, que se llamaría Santa María del Valle Verde, de donde derivaría el topónimo actual.

Iglesia de San Lorenzo en Aguaviva
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Artículo publicado en el "Extra de San Lorenzo" del Diario del Altoaragón del 10 de agosto de 2018:
http://www.diariodelaltoaragon.es/EspecialesDetalle.aspx?Id=875

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