jueves, 20 de diciembre de 2018

José Antonio Adell, el sabio de La Litera

Gran amante de la cultura aragonesa, José Antonio Adell acaba de terminar su libro nº 37: "Gadea. La peregrina de Compostela"

José Antonio Adell en Zaragoza, el día de la presentación de su nueva novela "Gadea. La peregrina de Compostela"

Ricardo Martí. 18/12/2018 - 12:48 h.
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Es atleta, entrenador, investigador, docente, novelista y, sobre todo, un enamorado de la cultura y las tradiciones aragonesas. Este es el binefarense José Antonio Adell. Además, un personaje divertido y querido en todo el Alto Aragón. Durante todo este mes de diciembre ha estado presentado su nuevo libro. Se titula Gadea. La peregrina de Compostela. Es su volumen 37, el 25º escrito en colaboración con su gran amigo Celedonio García y su sexta novela.

Adell aprovecha en Gadea su experiencia de culminar personalmente el Camino de Santiago para trasladarse a la Edad Media. "Se desarrolla en el 1113 y está muy documentada. Aparecen el Obispo Gelmirez, Doña Urraca, Alfonso I... Se narran tres historias. Una de ellas es la de Gadea y su hijo Gonzalo, la otra la de su marido Luis encarcelado en León y la última la de Orosia, la hija mayor que está en Jaca", indica Adell. Los dos escenarios fundamentales son Jaca y Santiago de Compostela. "Es importante haber hecho el Camino de Santiago. Eso me ha ayudado a mejorar el libro", explica Adell.

Una de las mejores experiencias que ha tenido en su vida ha sido realizar el camino de Santiago, que recorrió de mayo a junio de 2017. "Lo hice en 29 etapas desde Jaca hasta Santiago de Compostela a 30 kilómetros de media cada etapa. Fui solo con mi mochila de diez kilos, con botas, bastones y durmiendo en los albergues". Reconoce que le quedó un regusto agridulce de su paso por la parte aragonesa. "Salir del Puerto del Somport en medio de la nada no me parecía tan adecuado como hacerlo desde Jaca. Esta es importante por su catedral y es cuna del Reino de Aragón. En 2017 de los 300.000 peregrinos que llegaron a Santiago, 30.000 partieron desde Roncesvalles y desde el Somport unos mil. No sé lo que está pasando para que haya esta desproporción". Pero lo peor fue desde el embalse de Yesa hasta la frontera con Navarra. "Desde Artieda hasta Undués de Lerda es desolador. Ruesta está despoblado, pero tiene un albergue de la CGT. Habría que solucionar este problema porque el año 2021 es Año Jacobeo. Hay que ponerse las pilas", indica el altoaragonés.

Pasó momentos duros. Uno de ellos fue en una de las primeras etapas. "En la sierra de Izko me cayó una tormenta impresionante y me perdí en un bosque en medio del barrizal. Por otro lado, la etapa más larga fue en la que llegué a Burgos. Fueron 42 kilómetros y llegué petado". En algunas ocasiones no se alojaba en los albergues de final de etapa y prefería hacerlo a mitad de recorrido para encontrar alojamientos con plazas libres.

En el Camino de Santiago, inspiración para la novela

El contacto con los peregrinos de todo el mundo fue una de los aspectos más importantes de la experiencia de Pep. "Conoces a muchísima gente. Recuerdo dos valencianos que llevaban los pies destrozados o una japonesa que estaba en León y que no podía andar por un esguince y le ayudamos a llegar hasta un albergue para que fuese atendida". La parcela artística es otra de los aspectos más importantes. "San Martín de Fromista me encantó. Es impresionante. También San Isidoro de Léon, las catedrales de Burgos y León, Cebreiro con sus pallozas, la catedral de Astorga y el Palacio Episcopal construido por Gaudí, el castillo templario de Ponferrada, Nájera, Villafranca del Bierzo, Santo Domíngo de la Calzada con el gallo y la gallina", indica.

Persona de profundas creencias, Adell llegó a Santiago con las lágrimas en sus ojos. "La última etapa comenzaba en Pedrouzo y llegué llorando. Después de todo lo que pasé no esperaba terminar. Quedaban detrás días duros y me sentí muy recompensado. Fue muy emocionante estar en la catedral de Santiago con la gente al terminar la misa del peregrino observar el botafumeiro que iba de un lado a otro del crucero", nos explica.

Su primera gran pasión fue el atletismo. “Para mí la escritura siempre ha sido una pasión. Cuando era joven era el atletismo y llegó un momento por edad que me pasé a la cultura aragonesa”, apunta. Su primer libro lo publicó en 1985. Fue con Jesús Montori y se titulaba La Litera. Nuestra tierra. El primer volumen junto a Celedonio García fue El pedestrismo en Aragón en el año 1987. "Es difícil elegir mi libro preferido porque todos llevan un gran trabajo de documentación y he dedicado en ellos parte de mi vida. Aunque uno de los que elegiría es Binéfar. Tradición y modernidad. Con 500 páginas fue un reto importante". Del relato sobre las brujas se tiraron 10.000 ejemplares, otro de los libros de mayor aceptación. Un reto para el año que viene. "Se cumplen 25 años de la Feria del Libro Aragonés en Monzón y hemos participado desde la cuarta edición. Queremos presentar allí el libro sobre el ciclo anual de todas las fiestas de Aragón. Son 1.550 núcleos que hay desde Zaragoza capital hasta la aldea más perdida de Huesca", indica.

Lo publicará como todos sus otros libros la editorial oscense Pirineo. Mucho ha evolucionado el sector del libro desde hace 33 años. "Ha vivido una crisis tremenda. Debido al incremento del soporte digital y a la crisis económica, se venden menos libros. Han quebrado editoriales y librerías. Aunque curiosamente se lee más en las bibliotecas. Ahora hay autoediciones que las paga el propio escritor. Salvo escritores de gran nivel, nadie puede vivir de los libros y los que lo hacen se tienen que ayudar dando conferencias o escribiendo artículos periodísticos u obras que se llevan al cine". Ahora las administraciones apenas apuestan por la edición de libros. "Se ha cerrado ese grifo. Antes se hacían tiradas de mil o dos mil libros que no tenían ninguna salida. Era una barbaridad hacer eso con dinero público", indica.


Atleta del Centro Atlético Monzón, Adell es autor junto a Celedonio García de El pedestrismo en Aragón

Su inseparable relación con Celedonio García comenzó en las carreras pedestres de los pueblos aragoneses. "Nos conocimos en la carrera de Castejón de Monegros. Al principio fuimos rivales porque yo pertenecía al Monzón y Celedonio al Helios. De esa afición surgió el libro de El pedestrismo en Aragón". La amistad ha perdurado con los años entre ambos. "Hemos dado conferencias juntos y hemos organizado carreras solidarias. Celedonio tiene seis años menos que yo y es muy fácil entenderse con él. Es una persona muy dinámica y activa", afirma.

José Antonio Adell nació en una torre de campo en Tamarite de Litera en 1955. Fue profesor en varios pueblos, director del Centro de Profesores y Recursos de Monzón y profesor asociado de la Facultad de Salud y Deporte en Huesca. Fue en su juventud cuando comenzó a correr. "Estudiaba en los Salesianos de Huesca y mis compañeros José María Mazo y Jesús Gazol, me dijeron que fichara por el Centro Atlético Monzón. Allí me acogió Ernesto Bribián, el alma mater de la entidad". Fue un buen fondista aragonés. Recuerda sus mejores momentos con la camiseta roja. "Fui campeón de Aragón de cross en Sabiñánigo en 1983. Recuerdo que estábamos a 10 bajo cero. Fue una carrera durísima". Fue campeón provincial de cross siete años. "También me llevé el título regional de 3.000 obstáculos, 5.000 y 10.000 metros". Fue en sus años de atleta en activo en los que disputó los típicos pollos por las fiestas de los pueblos aragoneses. "Fui muy feliz en esa etapa. Hay cantidad de carreras y se ha perdido un poco el espectáculo. Deberían mantenerse porque son una tradición de nuestra tierra. Corrieron cantidad de grandes atletas". Adell elige tres carreras, cada una en una provincia de Aragón. "En Huesca me quedó con Alcolea por el entorno de la era, en Zaragoza con la plaza neoclásica de Chodes y en Teruel con la plaza de toros de Calanda", explica.

Durante años fue un habitual en el circuito de carreras pedestres de Aragón: aquí en Urrea de Gaen en 1986

Vivió grandes momentos deportivos en la localidad de los ocho olímpicos, cuatro de ellos, Javier Moracho, Alvaro Burrell, Eliseo Martín y Javier Gazol, atletas del Monzón. "Dicen en tono jocoso que mucho tuvo que ver en el éxito la influencia del castillo templario. Pero más en serio, hay que decir que se han hecho muy bien las cosas, los clubs trabajan mucho y se ha realizado un gran trabajo de base. El pionero fue Ernesto Bribián y se cuidó todo mucho". De todas esas figuras del deporte montisonense Adell siente especial debilidad por Eliseo Martín. "Destacaría de él su tenacidad. Es humilde y tiene una gran fuerza de voluntad. Es una persona querida por todo el mundo”, explica el literano.

Otro plano en el que se ha volcado Adell ha sido el de las charlas por todos los pueblos de Aragón. Ha habido años que ha llegado a dar junto a su inseparable Celedonio hasta 50 conferencias. "Estamos encantados de transmitir la cultura de nuestros pueblos y la mayoría de manera voluntaria. Hemos hablado de bandoleros, brujas, el agua, las historias locales, las carreras pedestres, los juegos". Ahora ha decrecido el número de charlas al año. "Con Celedonio habré dado este año unas 15 y solo unas 20, incluyendo presentaciones de libros", dice.

Un hombre con una cultura tan vasta y amplia y con tanto don de gentes ha recibido ofertas para entrar en la política. Pero las ha rechazado. "Por mi forma de ser o porque las circunstancias laborales y familiares las he rechazado porque no podía llegar a todo. Tuve ofertas en Binéfar. Siempre me hubiera gustado hacer algún trabajo interesante como concejal. Pero yo soy un hombre de consenso y la política debería ser consensuar para avanzar, llegar a acuerdos que beneficien a nuestros pueblos y al territorio”. Habría estado encantado con que Ana y María, sus hijas, hubieran practicado atletismo en el Hinaco Monzón. "Pero lo prioritario es que fueran buenas personas y que se esforzaran. No les motivaba demasiado el deporte y no es bueno que los padres les presionen. Podemos animarles, pero respetando su voluntad". Ahora María se encaminó por la música y es maestra en Guadalajara y Ana está en el Centro Tecnológico de Aragón de Zaragoza.
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Ricardo Marti. Nacido en Zaragoza hace 55 años. Ha trabajado en Melilla Hoy, Diario 16 de Aragón, El Punto Deportivo, Stadio Sport, Marca, Atletismo Español y El Periodico de Aragón. Publicó los libros Historia del Atletismo Aragonés y Los Olímpicos Aragoneses.

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