lunes, 18 de abril de 2022

Pedro Saputo y Juan Captioso unidos por el inspirador maestro Adell

 

Por Javier García Antón (https://javiergarciaanton.com/)

«Debo confesarte que le he cogido afecto al personaje y al principio escribía sus hazañas y él seguía mi mano creadora, pero ahora es el propio personaje quien me lleva a mí, como si me indicase cuál es su camino y me limitase a ser un mero notario de sus actos». Tarda el narrador 284 páginas (de las 397 totales) en constatar que, efectivamente, la vida del protagonista ha cobrado impulso propio, si acaso tan sólo necesitado de su transcripción, y escoge las veredas que le conducirán hasta un final, por cierto, incierto aunque histórico. Probablemente, un desenlace abierto a una secuela que, vistos el talento, la pulcritud, el cimiento investigador, la atmósfera costumbrista, el recorrido por más de un centenar de ciudades y pueblos, la descripción de las ánimas de las personas y del espíritu de los territorios, se hará imprescindible… aunque el autor no lo tenga todavía claro. La indefinición en el futuro conyugal de Juan y los diamantes que una mina de ingenio como él todavía haya de sacar a la luz demandarán, más pronto que tarde, esa segunda parte de la vida de un tipo tan seductor en su riqueza renacentista.

«En busca de Pedro Saputo. Las aventuras de Juan Captioso» es la creación de una mente tan creativa y tan infinita como la que ha puesto durante muchas décadas José Antonio Adell al servicio de los saberes y los placeres. Saberes por cuanto ha buceado en la máquina del tiempo para extraer los usos y costumbres, las tradiciones, las devociones, los misterios, las fiestas, las dobles caras de la condición humana, las bellezas de las tierras y las calles, los aromas y sabores de la pitanza, los remedios ancestrales, las relaciones entre los pobladores regidas por una constitución consuetudinaria acercada hasta aquí por el hilo del relato de bardos, amanuenses, imprentas, científicos y orfebres de letras, en una sucesión sin límites ni fin. Placeres porque no hay prácticas hedonistas tan fascinantes como una buena lectura. Y más si, como en un buen desfile, es el propio libro el que te va marcando el paso.

(Continúa): https://javiergarciaanton.com/index.php/2022/04/17/pedro-saputo-y-juan-captioso-unidos-por-el-inspirador-maestro-adell/ 

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