miércoles, 2 de febrero de 2011

San Blas

Azlor honra a su patrón San Blas. (Foto: C. García)


EL CICLO FESTIVO ANUAL EN EL ALTO ARAGÓN

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

San Blas (Francisco de Zurbarán)
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El Santo Obispo armenio Blas fue martirizado en el año 316, siendo su piel desgarrada por sus verdugos con peines de hierro. Por esa razón es el patrón de los cardadores, pero es universalmente conocido por ser el abogado de los males de garganta.

En esa jornada se bendicen los alimentos y el pienso de las caballerías, que se guarda para cuando están enfermos.

Antaño, en Huesca la imagen del Santo era muy visitada; infinidad de mujeres acudían a la Catedral con sus pequeñuelos para pedir protección celestial a sus gargantas, llevando toda clase de presentes y golosinas. Para los críos era el mejor día por las cosas sabrosas y bendecidas que podían comer.

En tierras pirenaicas

San Blas es el patrón de Bailo. Las fiestas de invierno han sido desplazadas por las de verano y en el día del titular se organizan las fiestas pequeñas con celebración religiosa, guiñote, comida y poco más.

En esta población, antaño, el "llavero" era el mozo encargado de guardar las colaciones. Los mozos habían recorrido las casas recogiendo unos grandes roscos, que llevaban colgados al hombro, tortas de molde y chullas, que clavaban en un espedo. Todo ello era guardado en la "casa del gasto" o en alguna posada, donde se organizaba una merienda. Las mujeres llevaban las tortas, roscones y magdalenas a la misa para bendecirlas. Cuando los mozos iban a buscar a las mozas para ir al baile, éstas les obsequiaban con alguno de estos dulces.

También compraban dos o tres chotos para correrlos por las calles, con esquillas, siendo luego sacrificados para la comida popular.

En Siresa los festejos solían durar cuatro días: el primero, la víspera, la Candelera; el segundo, San Blas; el tercero, San Blasé, y el cuarto Santa Águeda. Se organizaban rondas, bailes y comidas durante todos los días. Espuéndolas, en el municipio de Jaca, veneraba al Santo en sus fiestas pequeñas.

En el valle de Broto el Santo Obispo era festejado en Sarvisé, Basarán y Broto. En Sarvisé la fiesta de San Blas también ha perdido vigencia en favor de la del verano. En Basarán se acudía a la ermita dedicada al Santo. La romería desapareció al despoblarse este núcleo. En Broto se celebra la fiesta de invierno con romería a la ermita del Santo.

En El Pueyo de Araguás, en tierras del Sobrarbe, tenía lugar la fiesta mayor. Los mozos recorrían las casas recogiendo viandas, que luego serían consumidas en una hoguera encendida en la plaza. En todas las casas se les invitaba a vino y torta. Los festejos duraban dos días además de la víspera, siendo amenizadas por los músicos de Tierrantona o los de Labuerda.

En San Lorién se celebraba la fiesta pequeña y en la Mora de Montañana la mayor.

En la Hoya y el Somontano

Agüero (Foto: C. García)
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En Agüero se organiza baile y los quintos reparten torta. Antaño estas fiestas duraban cuatro días. En los años treinta la banda de música local actuaba en el baile y recorría la población tocando alegres pasacalles. Destacaban el concurso de jota, la quema de fuegos artificiales y los partidos de pelota. El último día era tradicional, al igual que en Bailo, "la ronda de chotos" con esquilón o "cañón" al cuello. Después los sacrificaban para realizar una "lifara".

Bailo (Foto: C. García)
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En Angüés es la fiesta pequeña y destacan los bailes y la comida de hermandad. A comienzos de siglo en estas fiestas había misas solemnes con sermón y panegírico (el día 3 al patrón y el 4 a San Úrbez), albadas, rondas, bailes y corridas de pollos para la gente moza. El Ayuntamiento tenía por costumbre obsequiar con ranchos a los pobres del pueblo y forasteros durante dos días y el tercero repartía limosnas.

San Blas es el patrono de Azlor; por este motivo se le erigió un santuario que hoy esta en ruinas. La víspera se inician los festejos, prolongándose hasta el día de Santa Águeda. Estos consisten, fundamentalmente, en celebraciones religiosas, bailes, jotas y cucañas para los más pequeños.

En la tierra llana

En Robres son las fiestas patronales. Ya no se disputan corridas de pollos y de burros con la albarda suelta. Sin embargo las bodegas siguen siendo los lugares de reunión de las cuadrillas; allí beben, cantan y preparan las rondas por las calles del lugar. Los festejos se prolongan hasta Santa Águeda, día en el que las mujeres organizan diversos actos.

En Lanaja, este día la gente se confesaba y el cura ponía de penitencia comer longaniza con huevos fritos. En la misa se bendecían los roscones y los tocinos que se mataban en las matacías.
Villanueva de Sigena (Foto: C. García)
.En Villanueva de Sigena en este día se celebra la misa en la ermita del patrón. Antaño se subía hasta el lugar con carros y caballerías adornadas con campanillas. Se enlaza la fiesta de la Candelera con la de Santa Águeda.

En Fonz el día de la Candelaria se hacía una gran hoguera en mitad de la plaza iniciando los días festivos. Los mozos saltaban sobre ella y saboreaban las tortas y el vino.

El día del patrón los despertadores pasaban por las calles con faroles y en sus cantos de aurora invitaban al vecindario a participar en el Santo Rosario. Tras la misa, en la procesión, los quintos eran los encargados de portar la peana del Santo y preparar la ronda que pasaba por las casas recogiendo "cocas" finas con azafrán y azúcar.

Para este acto se escogía la mula más hermosa del pueblo y se engalanaba y adornaba. Uno de los quintos montaba en ella y recorría todas las calles repartiendo caramelos y otros dulces entre las mozas rondadas y los zagales que seguían la comitiva. En una bandeja, en la que se había colocado una enorme naranja con varias monedas de oro como si fueran patas, prestadas por las casas señoriales, se iban acumulando los billetes y monedas que servirían para pagar la fiesta.
Estos típicos festejos no eran impedimento para que el estadillano Cleto Torrodellas se mofara de los de Fonz, al celebrar su fiesta mayor:

Fonz (Foto: C. García)
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"Tienen la fiesta en un tiempo
que siempre suele nevá
u y'está la boira presta;
sol apenas ne verás.
El pobre qu'e está sin leña
no se puede calentá.
Menuda fiesta que tienen
con la fiesta de San Blas".

En los últimos años las mujeres han adquirido un gran protagonismo en estas fiestas, organizando algunos actos, como la "ronda de la mula", en la que una mujer vestida con sus mejores galas recorre la población montada en una mula enjaezada con adornos y cascabeles.
Estas fiestas se denominan cívico-religiosas, a diferencia de las de verano en honor de la Virgen, que se las da el nombre de religioso-cívicas. Durante casi una semana se desarrollan festejos. La denominación de los seis primeros días de mes es: víspera, Candelaria, San Blas, San Blaset, Santa Águeda y Santa Aguedeta.

Durante estos días se coloca en la plaza el madero del gallo, que desde tiempo inmemorial se conserva en el Ayuntamiento.

El alguacil, ayudado por los mozos será el encargado de colocarlo. Antes se colgaba un gallo, luego un jamón y ahora el que trepa hasta el final del madero, que está totalmente enjabonado, tiene un premio de mil duros.

En el año 1866, según queda constancia en un pregón compuesto por Víctor Torrente, ya se realizaban cinco días de fiesta:

"Un día antes de San Blas
se fará un gran foguera,
de la pllaza en la mitá,
y que ninguno s'atreba
a desfé-la ni a brincá
perque é mui fazil que n'aiga
desgrazias que llamentá.
Sest y último: En los días
cuarto y quinto, se fará
sobre poco más u menos,
como el día de San Blas".

Cerca de aquí, en Cofita, se realiza hoguera y cena popular el día del patrón, en sus fiestas de invierno.

En Altorricón, en el año 1909, el 5 de marzo, se creó la Sociedad Obrera de Socorros Mutuos San Blas. La Junta rectora estaba presidida por Ramón Vidal Tomás y su misión era organizar en la sociedad un fondo de asistencia social que cubriera los gastos de defunción, invalidez o enfermedad. La importancia de esta sociedad llegó a ser tan grande que su fiesta pasó a ser la fiesta de invierno de la población.

Tras la Guerra Civil la sociedad fue suspendida, pero en el año 1942 se rehizo.
En la actualidad, el día del Santo, por la mañana, se celebra con misa y procesión, a la que asisten todos los miembros de la sociedad.

Al día siguiente es "San Bllaset" y el tercero es la festividad de Santa Águeda.

Tamarite de Litera (Foto: C. García)
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En Tamarite de Litera es la fiesta del barrio de San Blas, festejada con hogueras, en las que se asa carne y abundan los dulces y el vino.

En Algayón, San Blas, "San Bllaset" y Santa Águeda marcan tres días de hogueras y cenas populares en la calle al calor de las fogatas.
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Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón, Domingo 30 de enero de 1994
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