lunes, 6 de febrero de 2012

Carnaval (y 3)

Trangas del carnaval de Bielsa (Foto: J. A. Adell)
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EL CICLO FESTIVO ANUAL EN EL ALTO ARAGÓN

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ
En la montaña el carnaval era diferente al del llano. En la montaña existía un gran respeto a la tradición, a cómo se había celebrado siempre la fiesta. En el llano, por el contrario, se introducían elementos nuevos o se suprimían actos de un año para otro. En la montaña el Carnaval era la fiesta de las fiestas, en el llano era una celebración más.

El Sobrarbe
"Qué buen nombre tiene
el santo de Carnaval,
que todos comemos y bebemos
y a ninguno hacemos mal"
(Copla de Fanlo)

Ya hemos comentamos algunos de las carnavales de esta comarca (Bielsa, Valle de Chistau, La Fueva, Pueyo de Araguás...). Algunas poblaciones han recuperado en estos años su tradición carnavalesca. Este es el caso de Nerín, que reduce su celebración a la jornada del sábado, pero cuenta con la presencia de algunos de sus antiguos vecinos.

En Fanlo el Domingo de Carnaval los mozos se disfrazaban y pasaban por todas las casas a efectuar una colecta. Con el vino, patatas, longaniza, huevos y otros productos el martes se realizaba una merienda. La fiesta continuaba el domingo de "piñata".

En Torla un mozo se disfrazaba con pieles, cueros y bien mascarado, portando una esquila y un palo. Decían que semejaba al diablo. El martes de Carnaval, tras haber cometido diversos desmanes, era detenido y juzgado y, finalmente condenado a muerte de forma simbólica. Este personaje presidía todos los actos y, por las descripciones que nos han dado debía parecerse a las "trangas" de Bielsa, a las "momtxorros" de Alsasua o a los "zanpantzar" de Ituren-Zubieta.

En Broto el peirote era llevado por dos mozos hasta una cascada donde se le disparaban dos tiros.
En Laspuña también había disfraces y bromas. Los mozos subían por los tejados y tiznaban de harina o ceniza con aceite a los paseantes. El martes se efectuaba una impresionante ronda en la que varios mulos tiraban de un estirazo, en el que la gente depositaba diversas viandas, que luego se consumirían en una cena seguida de animado baile.

En Arcusa dos mozos se disfrazaban de matrimonio de raza gitana. La mujer simulaba estar embarazada. Compraban un burro, formado por otros dos personajes cubiertos con una manta. Tras haberlo comprado se subían a él y los tiraba al suelo. En aquel momento se deshacía el trato. Debajo de las faldas, un año, un mozo se puso la bota de vino. Esta representación se desarrollaba en la plaza o calle de la localidad.

Alta Ribagorza

En Eriste, "Juan Gerunio", muñeco relleno de paja y revestido con ropas viejas, era el protagonista de las correrías de los mozos durante estas jornadas. Se le paseaba a lomos de un burro por las calles del pueblo y el martes se le juzgaba por sus andanzas y se quemaba en la hoguera.

En Sahún el peirote también se paseaba a lomos de un burro. Un médico simulado recetaba a los que se quejaban alguna fórmula jocosa para sanarlos.

En Vilanova el martes se desarrollaba la ronda de mozos, que finalizaba con una "lifara". Entre las bromas predilectas estaban la de esconder la ropa de las mujeres cuando iban a lavar, meterse en las casas disfrazados, cambiar de lugar los aperos de campo, etcétera. En Castejón de Sos las mozas echaban harina y ceniza a los mozos. El domingo se disfrazaban todos (jóvenes y casados), llevaban orquesta y construían un muñeco de paja que colocaban encima de una burra adornada con cascabeles y cintas. Iban por las casas, haciendo subir la burra por las escaleras, bailaban y cantaban en cada lugar visitado.

En Bisaurri el entierro de la sardina era una representación teatral; comenzaba con la detención del "carnaval", que era llevado a la plaza donde se realizaba un juicio popular. Un joven disfrazado de cura pegaba al pelele hasta que hablase. Las respuestas las daba otro mozo escondido en una casa próxima, que hablaba tras las rejas de una ventana. Finalmente el peirote era condenado. Se le colocaba la soga al cuello o se le ejecutaba con dos tiros. Luego el "carnaval muerto" era llevado con teas encendidas por todas las calles, ante los sollozos de los presentes.

Un año el párroco quiso prohibir el Carnaval y hasta intervino el gobernador multando al que había realizado el papel de cura con cincuenta duros. La multa se repartió entre todos los mozos que tocaron a cuatro duros y, al parecer, uno que sólo puso dos. Luego cantaban en el pueblo:

"Cuatro duros son seguros
ni son tuyos, ni son míos,
cuatro duros son seguros,
no se sabe de quién serán".

En Campo pervive la fiesta. Se nombran seis mayordomos. Antes se tiznaba con el hollín de las chimeneas, pero en la actualidad sólo se emplea el azulete, al igual que los "zarramusqueros" de Cintruénigo (Navarra).

En Laspaúles los niños disfrazados recorren con una mula las calles recogiendo viandas para luego organizar una merienda.

En las pistas de esquí de Cerler también tienen lugar los denominados "Carnavales blancos".

Baja Ribagorza

En La Puebla de Castro los jóvenes se disfrazaban con capas negras y penetraban por las casas que veían abiertas, intentando no ser vistos, para apropiarse de algún alimento o gastar alguna broma a los dueños.

En Caladrones aún se conservan algunos elementos del Carnaval. La ronda pasa por todas las calles y se les saca el porrón.

Al acabar viene el baile y luego la cena. Antaño los mozos con tallos de cáñamo encendidos incordiaban a las mozas colocándoselos debajo de las piernas. Ellas respondían pasándoles dichos tallos cerca del cuello.

En Ciscar había hoguera en la plaza en Entenza disfraces y lifaras. En Torres del Obispo revestían a dos burros y los emparejaban para hacerlos labrar, mientras el que los conducía echaba ceniza a los que pasaban por la calle.

En Tolva el pelele era juzgado, asistiendo el cura (con sotana y dos tortetas haciendo de gafas), un abogado y el fiscal. En Luzas un personaje peculiar era la "señora malvada", mozo disfrazado con una piel de cordero, unos cuernos y tres o cuatro velas sobre los hombros, caminando a cuatro patas.

Graus y Benabarre han recuperado sus carnavales en dos niveles: escolar y adultos.

El Somontano
Colungo organiza desde 1993 los "Carnavales del Vero", en los que participaban diversas poblaciones de la comarca, que de forma rotatoria son la sede de los actos de cada año. En Colungo el pelele se llamaba "Prin". El Martes de Carnaval era subido a una escalera en posición horizontal, llevada por dos mozos. Era paseado por las calles cantando un responso. Colocaban velas a ambos lados de la escalera y finalmente se le quemaba.

En Buera el rey de Carnaval era "Cupido"; participaba en la ronda montando en burro.

En Estada el "señor Prudencio", personaje peculiar de la población en aquellos años, construía un muñeco de paja al que vestía elegantemente y desde el domingo de Carnaval hasta el martes pasaba a ser el "diputado Gutiérrez". Era una forma de ridiculizar a la clase política en los años del turismo, en los que el "diputao Gutiérrez" representaba al cacique o representante de la oligarquía que dominaba el país.

Barbastro organiza un carnaval urbano, muy distinto a aquél de comienzo de siglo, que finalizaba el Miércoles de Ceniza con el entierro de la sardina en la ermita de la Virgen del Plano.

La Hoya y Los Monegros
En la capital los carnavales se iniciaban el jueves lardero, conocido aquí como día de la "longaniza". En el año 1910 un articulista escribía que "el jueves lardero pasó desapercibido... El tiempo desapacible contribuyó a que el día de la longaniza pasará sin que nos diéramos cuenta de él" (1). Las calles se volvían bulliciosas con las máscaras y comparsas. Los bailes a comienzos de siglo tenían lugar en la sociedad La Peña y La Galante, mientras que la Sociedad La Mascarilla los organizaba en el Teatro Principal. En 1910 ya se realizaban bailes de máscaras en el Circulo Oscense. En 1905 las familias más distinguidas de la ciudad abrían sus salones para dar fiestas durante estos días. Los festejos finalizaban el domingo de "piñata" con máscaras y bailes.

En Ayerbe también existían excelentes carnavales, tal como escribe un corresponsal de un periódico regional en 1910, aludiendo a la crisis de ese año: "Aquellas innumerables comparsas de máscaras, que antaño discurrían por nuestras calles, haciendo las delicias de los vecinos con su alegre charla y animados bailes, formados de trecho en trecho al compás de una guitarra, este año no los hemos conocido" (2).

En Sariñena el primer día de Carnaval se celebraba la concurrida feria que ya menciona Madoz (3), diciendo que acuden más de 18.000 cabezas de caballerías.

En Castejón de Monegros, en el entierro de la sardina, los casados de ese año debían pagar el vino. Quemaban los botos de aceite para iluminarse y con un mulo y una cruz en la que colgaban sardinas, recorrían las calles del pueblo bebiendo vino y lamentándose por el fin del Carnaval.

La Litera y el Cinca Medio
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"Muscaruta, tuta,
cara de granota,
cuan te morirás,
ferás mala carota" .
(Copla de Tamarite)

En Albelda se comía en estos días la "casola" y el "tío Sopes", protagonista del Carnaval, acababa en el lavadero. La rondalla local ha recuperado un baile en el que se mantea al "tío Sopes".

En Esplús las mujeres casadas se vestían con un traje blanco con "meriñaque" y "boleras", bajo el que se ponían varios pares de enaguas, decorando sus cabezas con un sombrero de paja adornado con cintas y flores. Recorrían el pueblo cantando y contagiando a todos con su diversión.

En Binéfar se organizaban bailes en La Palma el domingo de Carnaval y el de Piñata.

En Pomar los peleles eran un matrimonio con crío incluido, que iban en un carro, y el último día se quemaban.

En Monzón, con la colaboración de Los "pubs", se organizan diferentes actos, entre los que destaca el desfile de comparsas.

En Albalate de Cinca aparecían los "esquilaches", vestidos de negro y con la cara tapada, que recorrían las calles del pueblo y a aquél que atrapaban le cortaban un mechón de pelo.

En Fraga el sábado por la tarde se procede a la rifa del tocino, acto organizado por la Cofradía de San Antón. El miércoles hay chocolatada y sardinada y, finalmente, se procede a la quema de los "ninots". Algo semejante ocurre en Torrente, donde los "ninots" se colocan en una de las calles y se les deja comida y cena, siendo también destruidos el Miércoles de Ceniza.

Nos queda, por fin, hacer una referencia a los "Carnavales escolares", que organizados por los colegios o por los Centros de Recursos, en el caso de centros rurales, animan cada año nuestras escuelas contando con un aspecto destacado: la ilusión de todos los niños y niñas por esta fiesta.

CITAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. Heraldo de Aragón, 5 de febrero de 1910.
  2. Heraldo de Aragón, 9 de febrero de 1910.
  3. MADOZ, P.: Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico. 1845-1850. Huesca. Ed. Facsímil. Valladolid, DGA., 1986. p. 310.
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón. Domingo 7 de marzo de 1993
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martes, 31 de enero de 2012

Febrero, de la Candelera a los Carnavales

En Sallent de Gállego se decía: “El invierno no se lo comen los ratones”. (Foto: C. García)
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EL CICLO FESTIVO ANUAL

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ
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"Febrero es el solo mes
más corto y menos cortés".

La climatología es el tema preferido entre los refranes y axiomas propios de este mes. En Sallent de Gállego se solía decir que "el invierno no se lo comen los ratones", pero también que "los extremos se tocan", en referencia a este mes. Quizá más conocido sean los refranes: "febrero, un rato malo y otro bueno", "el mes de febrero, un rato al sol y otro al brasero" o "febrero mató a su madre en el lavadero". Estos cambios repentinos han motivado que a este mes se le conociera como "febrerillo el loco", por ser "un día peor que otro". El frío acompaña a los santos de principio de mes:

"Para la Candelera, gran nevera;
para San Blas, un palmo más;
para Santa Aguedeta,
la nieve hasta la chaqueta".

A febrero también se le conoce como "el mes de los jornaleros"; al ser el más corto del año éstos trabajan menos días y cobran el mismo sueldo. Sin embargo, a principios de siglo, en Huesca comenzaba a funcionar en esta época del año la "Olla de los pobres", una institución benéfica que prestaba servicio a las clases necesitadas, gracias a la caridad de los oscenses, en estos meses de carestía por paralización de los trabajos.
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Garza en la balsa de Angüés. (Foto: C. García).
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En Angüés, coincidiendo con las fiestas de San Blas, el ayuntamiento también costeaba, con ayuda de los vecinos, abundantes y nutritivos ranchos para los pobres del pueblo y forasteros, y el tercer día se repartían limosnas.

Los trabajos en el campo eran escasos: se echaba fiemo a los árboles y en la luna vieja se sembraban los ajos y se podaban las cepas (era creencia popular que si se podaban en esta luna los racimos serían más grandes). En la luna nueva se sembraban las patatas y, antaño, el mes era propicio para la plantación del lino y cáñamo.

Es un periodo malo para el ganado y temido por los pastores, especialmente en los años bisiestos: "el febrero no deja oveja, ni cordero". No obstante, durante este mes se celebraban ferias de ganados en algunos puntos de la provincia. Sariñena las tuvo, durante los primeros días, hasta 1897, fecha en la que se vio forzado a adelantarlas oficialmente un mes, por la tendencia de los compradores y vendedores en años anteriores.

Para la Candelaria organizaban ferias en Barbastro y en Huesca. La de Barbastro data de un privilegio dado por Doña Germana de Foix, en la ciudad de Monzón, el 22 de septiembre de 1512, durante doce días antes y doce después de aquella fecha, dentro del Entremuro. La de Huesca, aunque a principios de siglo ya había perdido mucha importancia, aún era concurrida, y a ella acudían buen número de negociantes con ganado mular, asnal y fundamentalmente vacuno. En 1919 el Ayuntamiento acordó que la feria, cambiada a la quinta semana el año anterior, se celebra, en aquel año y en los siguientes el viernes, sábado y domingo de la tercera semana de Cuaresma.
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Aínsa (Foto: C. García)

El primer domingo de mes Aínsa organiza "la ferieta" o "feria pequeña".

Como dice Arnal Cavero, "febrero es el mes de las matacías y el de los carasoles. Hay que ir a misa muchos días entre semana: «El primero porque hace día; el segundo, Santa María; el tercero, San Blas; el cuarto, nada; el quinto Santa Águeda...»" (1).

A final del mes aumenta la luz durante el día y las noches comienzan a ser menos terribles y más cortas; éste es el motivo del dicho: "San Matías (día 24), tan largas las noches como los días".

CITAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. ARNAL CAVERO, P.: Aragón en alto, Zaragoza, p. 141.
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón. Domingo 31 de enero de 1993
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jueves, 26 de enero de 2012

San Valero, 29 de enero

Ermita de San Valero en Estada, el lugar donde fue enterrado (Foto: J. A. Adell)
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EL CICLO FESTIVO ANUAL EN EL ALTO ARAGÓN
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Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

Zaragoza (Foto: C. García)
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"Ejemplo de los ancianos
por su santidad y celo,
Arzobispo de Zaragoza
fue elegido San Valero".
(Velilla de Cinca)

Nació en Zaragoza, descendiente de una importante familia, y fue elegido Obispo de dicha ciudad en el año 290. Como su lengua era balbuciente eligió al oscense San Vicente como su diácono para que predicara en su nombre.

Se dice que ordenó también diácono a San Lorenzo.

"Apenas lo elige
con vivas a la gente
ordena a Lorenzo
también a Vicente".

En el año 303 fue llevado a Valencia junto con el diácono oscense a la presencia de Daciano, martirizando a Vicente y desterrando a Valero.

"Viendo a Valero y Vicente
aquel tirano atrevido
a Vicente arroja al mar,
con un ruedo de molino".

En el camino hacia Valencia, según la tradición, dejaron testimonio de su paso haciendo brotar agua milagrosamente. Así existen las fuentes de San Valero en Cariñena, o la de San Vicente en La Puebla de Valverde.

En el destierro del Santo quedan lugares que dan testimonio de su paso. En Castelnou (Teruel) se burlaron de él. Sin embargo fue bien acogido en Daymús, donde descansaría unos días. En Albalate de Cinca también existe una partida de tierra denominada los "Sanvaleros". Es posible que pasase por este lugar. De allí continúa hacia Enate, donde había sido desterrado. Desde aquí acude a Estada y Estadilla a predicar la doctrina cristiana. A su muerte en el año 315 sus restos fueron sepultados en la iglesia del castillo de Estada. Estuvo, al parecer, en el Concilio de Elbira, en los años 306/310.

Prudencio, poeta del Ebro, lo nombra en el himno V de su Peristéfano. Dice que los "Valerios" o "Valeros" eran una importante familia cristiano-romana de Zaragoza, de la cual procedían numerosos religiosos.

Valerio es el primer Obispo zaragozano documentado con certeza. Firmaba en undécimo lugar en las actas del Concilio de Elbira.

Tras la invasión musulmana quedaron olvidadas las reliquias del Santo, pero en el año 1050, según la tradición, Arnulfo, obispo de Roda, tuvo una revelación y encontró dichas reliquias, mandándolas trasladar a la Catedral de Roda.

Desde allí algunas de sus reliquias (primero un brazo, luego la cabeza) llegaron a Zaragoza. Es el patrono principal de Zaragoza y su fiesta religiosa se desarrolla principalmente en su capilla barroca de La Seo; donde se conserva el busto relicario con su efigie, que fue regalada a la Catedral por Benedicto XIII, el Papa Luna.

Al Santo se le conoce con los atributos de "ventolero" y "rosconero". Sin duda el viento propicio en estos días, especialmente en Zaragoza y en el corredor del Ebro, es lo que le dio ese atributo. Lo de rosconero ha sido una tradición gastronómica de Zaragoza y otras poblaciones aragonesas (Estada).

Los roscones de San Valero se venden en pastelerías de la capital zaragozana y en plena vía pública durante este día. San Valero sin roscones sería tanto como Santa Águeda sin farinetas, San José sin virutas, San Antón sin panecillos, Todos Santos sin huesos ni buñuelos o la Navidad sin pavo ni turrones.

Daymús, San Valero y San Valeret

"En Huesca está San Lorenzo,
San Valero en Zaragoza,
y en Velilla están los dos,
porque de sus glorias goza".

En el hoy desaparecido poblado romano medieval de Daymús, junto a la carretera que conduce a Fraga, se conserva la ermita dedicada al Santo, donde acuden las gentes de Velilla para San Valero y para San Valeret.

El 29 de enero, a primeras horas de la mañana, se cantan las coplillas por la población. Después parte la procesión desde la parroquial de San Lorenzo, quedándose a la salida las imágenes de San Valero y San Lorenzo.

En la ermita hay misa, canto de gozos, reparto de pan bendito, sardina, caracoles y vino. Ya no se recita el romance de San Valero, que comenzaba así:

"Gracias a Dios que he llegado
a las puertas del deseo,
a cantar con estos gozos
al glorioso San Valero.
Para cantar el romance
se necesita saber
cómo el Santo se llama
y dónde ha nacido también".

Los festejos duran tres días con actos variados. Unas semanas más tarde llega San Valeret.

El origen de esta fiesta está en la acción de gracias por haberse librado la población de la peste por intercesión del Santo. Eladio Gros, párroco de Velilla e investigador del pasado, sugiere que esta epidemia puede ser la de finales del siglo XVI, pues el 25 de febrero del año 1690 también la ciudad de Fraga realizó una fiesta de acción de gracias por haber sido librados de la peste.

Los festejos duran dos o tres días. Se va a la ermita y destacan, además, los bailes de disfraces; no hay que olvidar que nos encontramos en fechas carnavalescas.

A esta ermita acudían en procesión de rogativas las poblaciones de la comarca. En el Concejo de Fraga del 25 de mayo de 1599 se reconoce la costumbre que tenía la ciudad desde tiempo inmemorial de acudir anualmente para implorar las lluvias a tres procesiones solemnes: San Salvador, Escarpe y San Valero.

Estada y Enate

Ermita de San Valero en Estada (Foto: J.A. Adell).
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El Santo estuvo desterrado en Enate durante casi doce años. En este día (29 de enero) se le recuerda con la celebración religiosa y varios actos festivos (tiro al plato y baile, entre otros).

En la iglesia del castillo de Estada fue enterrado. En la plaza de este castillo existe una silla labrada, donde según la tradición predicaba el Santo Obispo.

El pueblo de Estada erigió una ermita al Santo en las proximidades de este castillo y pasó a ser el patrón de la población, junto con Santa María Magdalena.

Las fiestas en su honor comenzaban la víspera; al atardecer se iba a recibir a los músicos a la carretera y, luego, había ronda al alcalde, al cura y a las mozas.

El día del Santo hay misa en la ermita. Ya no pasan los mayordomos por las casas recogiendo las tortas que se insertaban en una espada. Esta torta se denominaba "roscón de San Valero"; se cocían cuarenta o cincuenta roscones para invitar a los visitantes. Los ingredientes eran: huevos, leche, anís en grano, piel de naranja, esencia de canela, aceite y azúcar.

El segundo día de la fiesta era el de San Valeret; el último los mozos se comían las tortas con gran algarabía, mientras repasaban las cuentas.

Roda y otros lugares

En tierras ribagorzanas su devoción está extendida por Roda, Aneto y los despoblados de San Valero y Arués.

Roda distribuía a lo largo del año diversas celebraciones en honor de diversos santos. Entre ellas destacaban las de tres aragoneses: San Vicente, San Ramón y San Valero.

La hermandad entre Roda y Zaragoza se remonta al año 1711, en que la iglesia de Zaragoza recibe la cabeza y un brazo del Santo. En esta jornada aún siguen acudiendo autoridades religiosas y particulares desde la capital zaragozana.

Aneto, en el valle de Barrabés, en los límites con tierras leridanas, festejaba al Santo en esta fecha.

Algunos años los actos llegaron a prolongarse durante una semana, con comidas, bailes y celebración religiosa el día del patrón.

Cerca del Coll de Fadás, en el municipio de Bisaurri, está el despoblado de San Valero, que es el único lugar de Aragón que lleva el nombre del Santo Obispo zaragozano.

También el despoblado petrarrubense de Arués honraba en su fiesta pequeña al Santo, mientras que la mayor era para la Virgen de agosto.

En poblaciones como Valfarta se encienden hogueras en su honor. Antaño con lo obtenido en la caza de esos días se preparaba una sartenada. Ahora se sigue realizando la sartenada; pero la carne ya no proviene del deporte cinegético.

Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón, Domingo 23 de enero de 1994
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lunes, 23 de enero de 2012

San Babil (24 de enero )

Cruz de término en Loscorrales. Foto: C. García

EL CICLO FESTIVO EN EL ALTO ARAGÓN

En la festividad de San Babil se celebran las fiestas pequeñas de Loscorrales; ya desaparecieron en Bergua y en Piedramorrera. También son las fiestas pequeñas de Santa Engracia y, junto con las gentes de Javierregay y de Jasa, acuden a la ermita del Santo.


Publicado por José Antonio Adell Castán y Celedonio García Rodríguez en: Fiestas y Tradiciones en el Alto Aragón. El Invierno. Editorial Pirineo, Huesca, 1998.

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sábado, 21 de enero de 2012

Altoaragoneses 2011

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viernes, 20 de enero de 2012

San Vicente

Catedral de Roda, dedicada a San Vicente (Foto: J. A. Adell)
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EL CICLO FESTIVO ANUAL EN EL ALTO ARAGÓN

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

Nació en Huesca a finales del siglo III y murió martirizado en Valencia en el año 304. Completó su formación cristiana en Zaragoza, bajo las órdenes del obispo Valero. Allí recibió, el diaconado y se le encomendó la predicación en la Diócesis cesaraugustana. Daciano, prefecto de España, lo mandó arrestar junto con Valero, siendo ambos conducidos a Valencia.
Valero fue desterrado por tener su lengua balbuciente, mientras que Vicente fue sometido a horrendos tormentos.

A pesar de las torturas, narradas en las actas del Pasionario Hispánico, Vicente demostró una enorme valentía y firmeza en la fe. Una vez muerto se expuso su cuerpo a los perros, pero permaneció incólume. Entonces fue metido en un saco, con una piedra como lastre y arrojado al mar. Las olas lo devolvieron a la costa y fue hallado enterrado bajo la arena.

Cuando terminaron las persecuciones los cristianos levantaron una pequeña iglesia en el lugar donde reposaban sus reliquias, en el barrio de la Roqueta de Valencia. En el siglo IV se levantó una iglesia de San Vicente de la Roqueta, que sería renovada por el obispo Justiniano, en el siglo VI, cayendo luego en ruinas. Al parecer de allí fueron trasladadas sus reliquias. Castres y Lisboa se disputaron el privilegio de poseerlas.

San Vicente ejerció el patronazgo sobre importantes ciudades: Valencia, donde fue martirizado, o Lisboa, donde pueden encontrarse sus reliquias. En Roma hay tres iglesias erigidas en su honor.

Prudencio lo incluye entre los mártires de Zaragoza en el himno IV de su Peristephanon y San Agustín lo menciona con pasión en sus sermones, de los que se conservan cuatro. En uno de ellos, en el día de su fiesta, dice:

"¿Qué religión o qué provincia de las que componen el Imperio romano o cualquier otro lugar donde se haya extendido el cristianismo no se alegra hoy celebrando el natalicio de San Vicente?".

Tradiciones

Según Joan Llopis, San Vicente fue el mártir antiguo más famoso de toda la Península Ibérica. La literatura litúrgica insiste en el tema del carácter invicto del Santo en su martirio, jugando con la etimología de su nombre en latín, que significa "vencedor".

En el templo parroquial de San Esteban de Litera se le representa en el altar mayor, a la izquierda del Santo que da nombre al lugar. A la derecha está el otro Santo oscense Lorenzo. Los tres mártires (Esteban. Vicente y Lorenzo) son diáconos.

En este día (22 de enero) en Valencia es típico el "porrat", o venta de confites o fruta seca. En Cataluña son numerosas las poblaciones que llevan su nombre (San Vicent de Callders, de Castellet, de Montalt, dels Horts, de Torelló, etcétera). Muchos lugares celebran su fiesta mayor o pequeña, acompañada de la matanza del tocino, lo cual también ocurre en la población literana de Albelda.

San Vicente es el patrón de los cultivadores de villas y de los vinateros. Muchos refranes hacen referencia a la climatología adversa de estos días, los más fríos del año. En la zona oriental hay un refrán que dice que "per San Vicent, acaben les boires y comencen els vents". En Cataluña un refrán alude a los dos Santos oscenses Lorenzo y Vicente como los que marcan el final de los días de temperaturas más extremas, en invierno y verano respectivamente: "Freds de Sant Vicent i calor de San Llorens, no duren gens".

El Santo en Huesca


Huesca (Foto: C. García)
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San Vicente es el copatrono de Huesca junto con San Lorenzo; por este motivo el Concejo oscense organiza una serie de actos en honor del Santo oscense, en lo que podríamos denominar fiestas de invierno de la ciudad. Hay que destacar en la víspera la hoguera, junto al colegio que lleva el nombre del Santo, donde se reparten las patatas asadas. El día del patrón, además de los actos religiosos en la iglesia de San Vicente, hay diversas actividades festivas, culturales y deportivas.

Durante la semana que se celebra la festividad, se organizan actos de todo tipo. Uno de los que se ha convertido ya en clásico es el Cross Memorial Jesús Luis Alós, que antaño llevaba el nombre del Santo y que en la actualidad se dedica a este joven atleta, fallecido en 1977, que destacó por su calidad humana y deportiva. Otros actos son el certamen de jota, conciertos, teatro, etcétera.

La festa del tosino


Colegiata de San Vicente de Albelda, construida en el siglo XVI, de estilo gótico tardío (Foto: C. García)
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En Albelda, antaño, la víspera de esta fiesta se realizaba una mezcla explosiva con maderas, piedras y un detonante. Aquello era "fe petá el castell", que en un momento inesperado provocaba un ruido atronador. Durante los días previos a esta fiesta se arreglaban los caminos, encargándose de dicha misión los "ofíciales" (barberos, herreros, carpinteros...), por considerar que eran unos privilegiados, pues no manejaban el pico y la pala en todo el año. Por esa razón debían colaborar en estas fechas.

La Colegiata de Albelda está bajo la advocación de San Vicente, en cuyo honor se celebraban las fiestas de invierno. En uno de los días de la fiesta se sube a la ermita de San Sebastián, donde se cantan los gozos y se reparte el "pan caritat".

Desde hace ocho años la peña "El Magré" organiza la denominada "Festa del Tosino". Uno de los días de fiesta se dedica a este festejo. Por la mañana hay desayuno con chocolate y pastas. A media mañana se ofrece el almuerzo compuesto por cerdo a la parrilla. Al mediodía la comida consiste en consomé y caldereta de cerdo. Se matan media docena de tocinos para invitar a los asistentes. Es la fiesta de la matacía por excelencia.

El fallecido Joaquín Carrera Quinquilla, poeta del pueblo, escribía este pregón en las fiestas de San Vicente del año 1977:

"Avuy día de San Visén
festa del nostre patró
a tots os vuy salidá
en esto petit pregó.
………………………………
Alguns ya l'an selebrat
en coca y en chocolate
y uns altres u farán
en vermut y algunes tapes.
………………………………
Avuy día vintidós
s'acomensat en la Misa,
que yam anat ben mudats,
en abricu gabardina".

Esplús Roda y otros lugares
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Esplús (Foto: C. García)
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Al ser conquistado Esplús a los musulmanes en el año 1092 y ser ubicado dentro de los límites del denominado reino de Monzón, Sancho Ramírez lo entrega en señorío al Cabildo de Roda de Isábena, uno de cuyos patronos también es San Vicente.

La fiesta se celebra con actos religiosos (misa con predicador que elogia las virtudes del Santo y procesión), y profanos (bailes, rondas y juegos).

La Catedral de Roda está dedicada a San Vicente, por cuya razón hay celebración religiosa en esa jornada. Otros santos que ejercen patronazgo sobre la población son San Agustín (fiesta mayor}, San Valero (enterrado en la Catedral) y San Ramón (obispo de la sede rotense, que también se encuentra enterrado aquí).

Cerca de este lugar, en Capella es la fiesta pequeña. En este día se acude a la ermita del titular y allí hay misa, reparto de torta y, algunos años, baile.

En Beleder, también en tierras ribagorzanas, la fiesta mayor y única se celebra este día. Sólo dura un día, aunque en los últimos años se reduce a la misa.

En Larués, del municipio de Bailo, las fiestas mayores en honor a San Vicente se han trasladado al penúltimo domingo del mes de agosto, programándose bailes, actuaciones de jota, campeonato de guiñote, fútbol, etcétera. Sin embargo, se mantienen en el mes de enero las hogueras en la fiesta del Santo diácono.

En tierras del Abadiado, en Sasa, era la fiesta pequeña, al igual que en La Almunia del Romeral, y también fue antiguo patrono de Siétamo, bajo cuya advocación está dedicada su parroquial. Se perdió la romería a la ermita de San Vicente en El Grado, cuya festividad está precedida por la feria, que cada 19 de enero congregaba a los comarcanos y feriantes.

Desaparecieron las fiestas en su honor en Araguás (fiesta mayor), y en los despoblados de Cillas (fiesta pequeña). El Pamporciello (fiesta mayor), Finestras (romería a la ermita del Santo), Griébal (fiesta mayor). Las Almunias (fiesta pequeña), Obago (fiesta mayor) y Pano (fiesta pequeña y romería).

Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón, Domingo 16 de enero de 1994
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sábado, 14 de enero de 2012

San Antonio Abad (17 de enero)

Ermita de San Antón, en Zaidín (Foto: C. García)
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EL CICLO FESTIVO ANUAL EN EL ALTO ARAGÓN
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Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

Estamos de lleno en la “semana de los barbudos”, denominación que se da a los días centrales del mes de enero. Suelen ser los más fríos de todo el año. Se celebran las festividades de San Pablo Ermitaño (día 15), San Antón (día 17) y el oscense San Vicente (día 22). Se decía que estos santos traían el frío en sus largas barbas. También se les denomina santos capotudos.

Las tentaciones y seres fabulosos que encuentra San Antón en el desierto, según la leyenda, da pie a que esta fiesta sea precursora del Carnaval ("Pasando San Antón, Carnestolendas son"; en Lanaja añaden: "(...) la niebla a un rincón y los huevos al trompón), con representaciones teatrales en algunos lugares (Maestrazgo turolense y Els Ports de Morella).
En casi todos los pueblos se encienden hogueras la víspera de la fiesta del Santo, junto a las cuales se reúnen los vecinos para consumir viandas y beber vinos y licores. Antaño se comían patatas asadas, al mismo tiempo que se cantaba la vieja y conocida copla:
"San Antón es un francés,
que de Francia a España vino,
y lo que tiene a sus pies
San Antón es...".
Se representa al Santo acompañado de un tocino, por haber curado milagrosamente a uno de estos animales. Aún en Fraga se rifa el "tocinet de San Antón".
Se le considera el patrón de los animales domésticos, que en esta fecha son bendecidos, y hasta en el caso de las caballerías con rituales específicos como el de "las tres vueltas". Es también el patrón de los arrieros, que trabajan con mulas y caballos.
En Lanaja el cura bendecía las caballerías, puestas en "ringlos" en la "placetica de la iglesia o abajo en la calle. También se llevaba cebada o lo mejor que había en las casas"; según se dice:
"Día 17, San Antón,
la niebla en un rincón
y cada liebre con su liebrón,
y llegando a enero
la liebre al reguero" (1).
A principios de siglo, el gremio de faquines y descargadores organizaban diversos festejos para celebrar la festividad de su patrón. En Zaragoza, la víspera se aprovechaba para quemar todos los trastos viejos en la vía pública.
Había poblaciones en las que un acaudalado propietario celebraba su fiesta onomástica, como sucedía en Erés (Antonio Polo), costeando la misa. En Quicena también la familia Pardo pagaba la fiesta desde tiempo inmemorial.
La "pllega" de la Ribagorza
En diversas poblaciones de esta comarca existe la tradición de recoger comida por las casas en la mañana de esta jornada. Por la tarde es subastada y los beneficios sirven para sufragar las necesidades de la parroquia. En algunos lugares de Cataluña también existe esta subasta que se denomina de "los encantos de San Antón".
En Caladrones se recogen por la mañana varios lotes de alimento, que regalan los vecinos de la localidad. Se dejan en el altar del Santo, y después de la misa y del canto de los gozos se procede a la subasta de los alimentos, por lotes, en la plaza. Éstos se venden muy por encima de su valor real, especialmente las tartas. Una vez subastados todos los lotes, se va al local social, donde se come torta bendecida y se bebe vino. El dinero obtenido, que supera ampliamente las cien mil pesetas, se entrega a la parroquia.
En Benabarre el día de San Antón sólo se realiza la recolecta, la subasta se deja para el día de San Sebastián. En Tolva es la fiesta pequeña. Por la mañana se llevan las ofrendas a la plaza, que serán bendecidas y, tras la misa, subastadas. Antaño la casa Esparaber daba el "pan caritat".
En Graus la Cofradía del Santo subasta lo recogido en el Centro Deportivo y Recreativo Gradense. En Capella, la "pllega" no la organiza la parroquia, sino el propio Ayuntamiento.
En La Puebla de Castro, "Borbón", el sacristán, es el encargado de recoger viandas por todas las casas. Tras la misa se realiza la rifa de lo recogido, que sirve para los arreglos de la capilla del Santo. En Secastilla, la víspera, se enciende una hoguera y se asa longaniza y carne. En Ubiergo hay hogueras, celebración religiosa y reparto de tortas.
En Santaliestra y en San Quílez el alguacil recoge alimentos con tractor y remolque para subastarlos por la tarde. También en Perarrúa había subasta para el culto al Santo, que tiene capilla en la parroquial. En Pano era la fiesta mayor, con romería a la ermita del patrón, en el antiguo monasterio de San Juan Bautista.
En Campo, Antonio Longán recoge por todas las casas lo que quieran dar para el Santo, respondiendo siempre con "que el Santo te lo pague". Por la tarde se procede a la subasta por lotes y con el dinero obtenido se paga su culto, que dispone de una capilla en la calle de su nombre.
Eran las fiestas conjuntas de Llert y Esterún, en el valle de Bardají. La misa era en Llert y el baile en casa Marilloso o en casa Pedro de Esterún. En Chía es la fiesta pequeña también lo era en Liri, pero ahora no tiene celebración.
El Santo en tierras pirenaicas
En los pueblos de nuestra montaña se bendecían las mulas y caballerías en este día, pues eran especialmente importantes en su economía familiar.
En el actual despoblado de Paternoy, en el municipio de Bailo, lo tenían por patrón con tres días de fiestas. El volteo de campanas y el disparo de bombas en la plaza Mayor anunciaban el comienzo de las fiestas; por la noche salía la rondalla llevando algún afamado cantador (Cruz Labarta en 1934). El día del Patrón, tras la misa interpretada con banda, había procesión, y a continuación concierto y bailes. Al día siguiente se disputaba la carrera pedestre y el tiro de barra; por la tarde, como era costumbre, se mataban dos hermosos machos cabríos.
En los pueblos del valle de Echo la bendición de las caballerías era el acto central de la jornada. En Echo se soltaban en una era y allí el párroco efectuaba la bendición. En Siresa las bendecía en la fuente y se efectuaban carreras de burros. En Urdués la bendición era en la puerta de la iglesia y en Embún se repartía "pan caritat" a los asistentes.
Abena, Jarlata, Binué y Sasal acudían en esta jornada, que era el día de la Cofradía, en romería a la ermita de Santa Quiteria; era también la fiesta pequeña de Novés, todos ellos en el municipio de Jaca.
En esta época del año la cosecha recogida durante el verano ya se había consumido en su mitad y era época de matacía. Esta situación se reflejaba en los pueblos del Serrablo con el certero refrán:
"San Antón de enero,
mitad pajar y mitad granero,
y o cochín entero
en o saladero".
Era también época propicia para fiestas, pues la climatología no permitía realizar tareas en la montaña o en el campo. Así, San Antón es el patrón de Escuer Alto (despoblado), Escuer Bajo, Fablo (despoblado). Yéspola o Javierrelatre, todos ellos en el Serrablo.
En el Sobrarbe, Clamosa celebraba su fiesta pequeña, Fumanal y La Capana su fiesta mayor. En Margudgued, junto a Boltaña, continúa festejándose al Santo con hogueras y otros actos. Hay ermitas dedicadas a San Antón en Toledo de la Nata (sin culto) y en Samitier. Asimismo son las fiestas pequeñas de Paúles de Vero y Torrelisa.
En el Alto Sobrarbe los niños realizaban en este día las "esquilladas" con cencerros ("callaguar") a las afueras de la población o bien por las calles de la misma. En Bielsa es la fiesta de los mozos y los "goluchos" se introducen en las casas sin previo aviso.
Tradiciones en el llano
A pesar del frío propio de la época es la fiesta mayor de Castilsabás, Lascellas y Chalamera y lo era de los despoblados de Montarnedo y Alcaná.
En Castilsabas se mantienen las hogueras y los actos religiosos, pero ya no se cantan las coplillas por las calles:
"San Antonio Abad, el valiente,
con el enemigo mucho peleó;
le ponían por sendas y bosques
lazos abundantes, con mala intención".
En Lascellas, donde tiene ermita dedicada, desde hace diez años sólo hay celebración religiosa. En Chalamera la víspera hay hogueras por todas las calles y los festejos finalizan el día de San Sebastián.
Son las fiestas pequeñas de Castillazuelo, Cuarte, Olvena, Pueyo de Fañanás, Torrente de Cinca y Zaidín. En algunas de estas poblaciones se celebraba la fiesta principal, pero, posteriormente, se trasladó al verano.
En Torrente, la víspera, se enciende una monumental hoguera, que no se apaga en toda la fiesta. En ella se asan muchos kilos de carne, longaniza, sardinas..., y se beben muchos litros de vino de la cubeta allí instalada. El día del patrón hay misa, procesión y reparto de pan bendito.
San Antón en Zaidín (Foto: www.zaidin.org)
En Zaidín, la víspera, arde la hoguera en lo alto de la ermita, como aviso para que las restantes sean encendidas por todo el pueblo. El día del titular varias carrozas suben bellamente engalanadas a la ermita, acompañando a la procesión. Allí hay misa, canto de gozos, bendición y reparto de "pan caritat" y consumición de este, con buen vino, junto a la hoguera encendida la noche anterior. En esa mañana, antaño, se bailaba el "ball de les coques" en una plaza de la población, siendo posteriormente subastadas.
Son también las fiestas de invierno (tercera fiesta) de Castillonroy. La víspera se enciende una hoguera junto al pilaret del Santo. Los festejos suelen durar dos días.
Igualmente, los barrios o calles que llevan el nombre del Santo organizan sus hogueras y sus celebraciones. Así sucede en la calle San Antonio de Alcubierre o en la del mismo nombre de Tamarite. En esta población era costumbre que un joven montara una mula, poniéndose una corona y con una espada en la mano. Se le conocía con el nombre de "el rey de la espada". En ésta insertaba las tortas que recogía en las casas que tuvieran animales de "pie redondo", al son de la música que tocaban los acompañantes. Al final del recorrido todo el grupo que le había acompañado procedía a comérselas, con gran bullicio y algarabía.
En el barrio oscense de San Lorenzo tiene gran tradición esta festividad. En la plaza de Santa Clara se asan patatas y ofrecen vino a los asistentes. En ese mismo lugar se bendicen los animales y no falta el almuerzo a base de chorizo, longaniza, sardinas y vino para los vecinos del barrio.
Hay ermitas del Santo en otras poblaciones. En Alquézar se acude a la ermita, que está próxima a la población, donde hay reparto de torta y vino. Recientemente el Ayuntamiento de la localidad ha instituido los premios San Antón, entregados a aquellas personas que más se han esmerado en mejorar algún aspecto de la villa.
Diversas son las celebraciones de esta fecha, de tal forma que puede afirmarse que casi todas las poblaciones altoaragonesas tienen algún acto festivo en esta jornada. Algunas tradiciones se han perdido con la mecanización del campo y la desaparición de las caballerías.
En Albero Alto se bendecían las mulas y luego las llevaban a abrevar. En Albero Bajo se bendecía asimismo la cebada y se hacía dar vueltas a las caballerías alrededor de la iglesia, normalmente tres.
En Burceat es la fiesta de casa Blanco, ahora Casa Bielsa. En El Grado también había "pllega" y las caballerías pasaban por debajo de la imagen del Santo que se colocaba en la plaza. En Ilche las caballerías daban tres vueltas alrededor de la iglesia, debiendo rezar su dueño un Padrenuestro y un Avemaría en cada una de ellas.
Fornillos. Foto: C. García
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En Fornillos se acudía hasta la ermita de Santa Ana y también allí se daban las tres vueltas. En Permisán se engalanaban las mulas y había una auténtica expectación por ver quién acudía primero a la puerta de la iglesia. En Naval hay misa en la capilla del barrio de Cotón y subasta de patas de cerdo y otros alimentos recogidos por la población. En Salas Altas las caballerías daban varias vueltas alrededor de la iglesia pidiendo la protección del Santo.
Peñalba. Foto: C. García..En El Tormillo hay chocolatadas y comida. En Peñalba era una prohibición social y moral matar el tocino en ese día, pues se creía que se podía ofender al Santo. En Valfarta se realizaban carreras de mulas. En Selgua daban tres vueltas a una cruz ahora inexistente. En Monzón se reparte torta y vino tras la celebración religiosa. En Alcolea del Cinca existe la Cofradía de San Antonio Abad, que se encarga de la misa y comida de hermandad en esa jornada.
En Fraga la festividad del patrón de los animales, a comienzos de siglo, era la de carácter más popular. “Pasearon las calles doce briosas yuntas, con gusto y riqueza aparejadas, vistiendo los mozos el lujoso y clásico traje del país" (2). La Cofradía del Santo organiza la "rifa del tocino", actualmente, el Sábado de Carnaval.
En Barbastro era costumbre de tiempo inmemorial que los devotos de San Antón regalasen patas de cerdo para que fueran subastadas.
CITAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. Datos tomados del trabajo facilitado por Macario Andreu y realizado por la Asociación FAL (Os Fablans l'Aragonés en Lanaja) sobre costumbres de Lanaja, en fabla y en castellano: Goyosa añada mil nueuzientos uitantiun.
  2. El Noticiero, 30 de enero de 1909.
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón, Domingo 17 de enero de 1993
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domingo, 8 de enero de 2012

San Victorián

Abizanda (Foto: C. García)
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EL CICLO FESTIVO ANUAL

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

San Victorián se venera el día 12 de enero. Es un santo de origen italiano que pasó gran parte de su vida en tierras del Sobrarbe. El primitivo cenobio de "San Viturián", como se le conoce en la comarca, pudo estar en la cueva de La Espelunca, en Fosado.

Al parecer los restos del Santo fueron trasladados desde allí al lugar que hoy ocupa el monasterio de San Victorián. Allí se establecieron sus seguidores, una comunidad de monjes que, favorecidos por los reyes de Aragón, llegaron a tener un gran poderío.

La primera noticia documentada que aparece en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, donde se conservan quinientos documentos de este monasterio benedictino, es del año 962. Su decadencia se inició en 1571, cuando Pío V aplicó sus rentas a la dotación del nuevo Obispado de Barbastro, y se consumó en 1835 con la Desamortización. Hoy sólo quedan las ruinas, pero las pocas gentes de los lugares próximos de Oncins, El Plano y La Muera siguen celebrando su fiesta en honor al Santo.

Entre los seguidores de San Victorián destaca San Gaudioso (fiesta el 3 de noviembre). La tradición sitúa el enterramiento de este Santo en Fosado de Abajo, donde tiene dedicada la parroquial e incluso el pueblo recibe su nombre por haber sido sepulcro o fosa del Santo. San Gaudioso fue obispo de Tarazona; murió el año 541 y, al parecer, unos aldeanos lo llevaron al lugar de Fosado; años más tarde tres monjes le trasladaron al monasterio de San Victorián.
Santa Maura también siguió al Santo, del que estaba enamorada. La tradición popular cuenta que, cerca de Bruis, San Victorián obró un milagro: Viéndose perseguida por ella, hizo crecer con gran rapidez el mijo que un campesino sembraba; al preguntar la santa al campesino que cuándo pasó San Victorián por allí, le respondió que mientras sembraba el mijo. La Santa, impresionada, se retiró cerca de Campo y a partir de ese momento dedicó su vida a Dios. Una aldea del municipio del valle de Bardají lleva su nombre.

Los "langostos de San Veturián"

Un momento del ritual de los "langostos" en la ermita de San Victorián. Foto: I. Casasnovas.
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En Abizanda aún continúan con la singular tradición de la predicción de las cosechas según el color de los langostos que aparecen sobre una sábana. El ritual se celebraba el día de San Victorián en la ermita que el Santo tiene dedicada en este municipio.

En la actualidad la celebración se ha pasado al fin de semana, y hasta algún año se ha realizado en la parroquia por las inclemencias del tiempo.

Antes de arreglar la pista, se subía a la ermita andando por el barranco, en procesión, encabezada por el sacerdote y dos monaguillos, con cruz alzada y campanilla.
Tras finalizar la misa, los romeros se trasladan a una explanada, detrás de la ermita, donde se extiende un mantel blanco. Encima se colocan las treinta y dos tortas, dos por cada casa del pueblo, y los porrones de vino. El párroco bendice los panes y el vino, y después comienzan a saltar sobre la sábana pequeños saltamontes. Estos sirven para predecir la abundancia o escasez de la cosecha. Los de color negro se identifican con el vino, los verdes con las olivas y los claros con los cereales. Si la mayoría es de un color, la cosecha de ese fruto será buena; si aparecen pocos, será mala; si hay muchos de todos los colores, buena en todos los productos, y si abundan los de un color y escasean los de otros, buena de ese fruto y mala de los otros.
.La Fuensanta

A los pies de la Sierra Montañesa, en el término municipal de Laspuña, próximo a San Lorién y Araguás, se encuentra la ermita de la Fuensanta, con casa de ermitaño y fuente.
El nombre de la ermita se debe, según la tradición, a que pasó por allí San Victorián, procedente de Laspuña y camino de Araguás; como tenía mucha sed y no había encontrado por el camino ninguna fuente, en este lugar golpeó con su bastón en la roca y surgieron tres chorros de agua que aún permanecen.

Antaño se acudía en tres ocasiones a este lugar, una de ellas el día del titular. En la actualidad sólo se va el primer domingo de mayo.

Desde muchos puntos de la comarca y también desde la tierra baja (Berbegal) se acudía en procesión de rogativas para obtener la lluvia en periodos de sequía. Éstas duraban nueve días y se sumergía el arca santa con las reliquias en la fuente para implorar la lluvia. Este ritual sería posteriormente prohibido por la iglesia. Si tras los nueve días no se había obtenido ningún resultado, entonces se llegaba hasta La Espelunca, que era la cueva en la que moró el Santo.
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Berbegal (Foto: C. García).
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En Berbegal se organizaba la procesión de rogativas a la Fuente para implorar las lluvias. El desplazamiento duraba dos o tres jornadas, y a la llegada a las "Güeñas" había saludo de banderas entre los de Laspuña, Banastón, Pueyo de Araguás y Berbegal, además de otros lugares que ocasionalmente acudían.
La devoción al Santo irradió, en los siglos posteriores a su muerte, desde el monasterio de su nombre de la ladera de la Peña Ferrera a toda la comarca, a la vecina Ribagorza y hasta en lugares aislados del llano.

San Victorián es el patrón de la capital del Sobrarbe, Aínsa, pero en la actualidad esta fiesta se ha convertido en la de los jóvenes. Ahora la fiesta de invierno de la villa es la de San Sebastián, "fiesta de los casados", que ha acabado sustituyendo a la de San Victorián.
Cayetano Enríquez de Salamanca dice que en esta jornada uno de los mozos "jinete sobre un macho, y ataviado con amplia capa y ancho sombrero, enarbola gran espadón, en el que los comprensivos vecinos ensartan longanizas y otros productos susceptibles de pegarse al riñón, a la vez que rellenan las albardas que porta la sufrida caballería con los frutos y frutas que producen las huertas ainsetanas" (1).

Son diversas las poblaciones sobrarbesas que, en la víspera de San Victorián, encienden hogueras y preparan viandas y licores para compartir en fraternal ágape. En el barrio del Santo Ángel, de Troncedo, había también celebración importante, a la que acudían las gentes de toda la población y de aldeas próximas.

Otros lugares pirenaicos donde se honraba al Santo eran Asún, Borrés y Víu. El despoblado Asún lo tenía por patrón y en Borrés es la fiesta pequeña. Ambos lugares están en el Serrablo. Víu, en la Ribagorza, dependió del Abadiado de San Victorián, al igual que otras poblaciones de la zona. En la actualidad aún sigue celebrándose su fiesta mayor. El día de "San Viturián" es fielmente respetado, aunque sólo con celebración religiosa, trasladando los llamados festejos profanos al fin de semana más próximo, cuando no hay coincidencia con el calendario. El frío y la nieve no son óbice para que se organicen bailes, concurso de guiñote, cucañas y otros actos festivos.
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Celebraciones en la Tierra Baja

Algunas poblaciones del llano también recibieron la influencia del cenobio de San Victorián y por esa razón lo tiene por patrón. Sin embargo, en Novales ya no se celebran las fiestas pequeñas en su honor y en Laperdiguera han sido totalmente desplazadas por las de verano.
Antaño, en esta última población, la víspera, a pesar del frío, había ronda que se alargaba hasta altas horas de la noche. El día del patrón hacían de nuevo la ronda, tras la misa mayor, y, por la tarde, carrera pedestre en la era, aunque también se corrió en la carretera.
.El segundo día se recogían las tortas en la ronda y se llevaban al "cuarto del gasto", para invitar a todo el pueblo en los descansos del baile. El programa se completaba con carreras de sacos, cucañas y bailes. Las fiestas duraban tres días y en los años de esplendor de Bareche, destacado cantador hijo de la población, había ronda todos los días.
En Berbegal la fiesta de San Victorián sigue siendo la mayor. Antes, dos o tres hombres del pueblo recorrían las calles, acompañados del gaitero de Castillazuelo, cantando el romance del Santo patrón:"Hoy, día doce de enero,día de San Victorián,harán la misa cantadaen la villa de Berbegal".
.El día del patrón, tras la misa mayor, procesión y comida de fiesta, se efectuaba la "corrida de gallos". La afición de los berbegaleses por el acontecimiento era encomiable, tal como lo describe Puyó de Columa en 1880: "Por la tarde, cuando los vecinos han acabado de saborear los ricos manjares, la voz del pregonero anuncia a las dos de la tarde la bulliciosa corrida de pollos. Al instante todos se levantan de la mesa y corren presurosos a presenciar el curioso espectáculo, verdadera lucha de ligereza y agilidad de piernas, en la que toman parte los jóvenes más listos de la villa y de la comarca" (2).
.El segundo día de la fiesta se preparaban tres o cuatro cañizos, recubiertos con manteles, y cada cuadrilla pasaba por las casas de sus miembros para recoger las tortas que habían sido elaboradas por las mozas. En el mismo baile cada cuadrilla tenía el "gasto", que consistía en las tortas recogidas y bebida abundante (vino, anís, ron o cazalla). El último día de la fiesta la torta sobrante se repartía entre los mozos y se pasaban las cuentas de los gastos.
..CITAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. ENRÍQUEZ DE SALAMANCA, C.: Aínsa y el Sobrarbe. Madrid, 1982, p. 43.
  2. PUYO DE COLUMA, R.: "Berbegal", en Aragón Histórico, Pintoresco y Monumental. Tomo I. Obra dirigida por Sebastián Monserrat de Bondía y José Pleyán de Porta: Huesca. Zaragoza, Imprenta del Aragón Histórico, 1882, p. 43.
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón, Domingo 10 de enero de 1993
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jueves, 5 de enero de 2012

Enero, mes de hogueras y celebraciones

En Grañén honran a San Julián (Foto: C. García)
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EL CICLO FESTIVO ANUAL

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

Las doce campanadas señalan el comienzo del nuevo año, al mismo tiempo que embutimos las uvas por el gaznate, corre el “champagne” y llueven las felicitaciones.

Antaño, el frío no impedía que se celebraran las ferias de Año Nuevo en Calasanz y las de Reyes en Peralta de la Sal, también conocida como "la fira dels tosinos", por ser estos los animales más abundantes. Las de Sariñena se adelantaron en 1897 a primeros de año, hasta entonces el primer día feriado comenzaba el primero de febrero. En los primeros días de mes tenía lugar la feria de Alcampell; en esta población, durante los días feriados funcionaban tres cines, alternando con sesiones de “varietés”. Entre los días 18 y 20 eran las de Angüés. El 19 tenían lugar las de El Grado; de allí los feriantes acudían a Naval (día 20). El último domingo de mes se celebraba otra feria para toda clase de ganados y quincallas en Boltaña, creada en 1899.

El cabo del año

El primer día del año era costumbre en muchos lugares que los niños pasaran por las casas pidiendo el "cabo del año", como relata Pedro Arnal: "¿Dan cabo d'año? Y, según sea el pedigüeño, pasan del arca o de la palluza a los capacicos o a las cestetas alguna barreta de turrón, higos, enfarinaus, bellotas dulces, peras forniadas, cerollas u bel carambelo" (1).

En Esplús los niños cantaban en cada puerta la misma canción:
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Esplús (Foto: C. García)
"Guilletas de cabo d'año,
pan y vino pa todo l'año
y el que no nos quiera dar
buena caguera le dé
hasta el día de la Candelera".

Por el Sobrarbe "iban a buscar las lilas": los ahijados pedían a sus padrinos el aguinaldo. En Robres, cuenta Carmelo Pérez, "el día de Año Nuevo todos los zagales y mocetas acudían gozosos y expectantes a casa de la madrina, que les guardaba la colación, consistente en una cesta repleta de golosinas: guirlaches, tocinetes de mazapán, perniles de mazapán, frutos secos, etcétera; era la colación de la madrina" (2).

El día de Año Nuevo celebraban fiestas patronales en Barcamota, El Sas de San Martín, Puimolar y Purroy de la Solana. En los años cuarenta dejó de festejarse en Purroy; era costumbre que los mozos se reunieran en una casa, donde se mataba un cabrito que se guisaba para la cena.

Binaced (Foto : J.A. Adell)

.Binaced aún conserva la fiesta. En Estopiñán también hacían fiesta y al día siguiente, la festividad de San Macario, comenzaban las fiestas patronales de Pozán de Vero: se iba con los mayorales y músicos a casa del alcalde a pedir la fiesta; éste correspondía invitando a vino y postres caseros. En la actualidad el día 2 acuden a la ermita y se reparte torta.

En Huesca, el primero de año, se descubría al Santo Cristo de los Milagros para veneración pública, durante todo el día, en su capilla de la Catedral.

Los Reyes Magos

Cabalgata de los Reyes Magos (Foto: C. García)

La fiesta de los Reyes es una de las más populares del año. Esta tradición mediterránea, de portadores de regalos, se asemeja a otras de influencia francesa, sajona o nórdica. La sabiduría popular ha tejido numerosos dichos y leyendas con los que se embauca la inocencia de los niños. Se decía que si los niños querían obtener un regalo extraordinario, tenían que ir a esperar a los Reyes a las doce de la noche con la faldeta mojada y una caña verde. En Sariñena, cuenta Antonio Beltrán, era muy sencillo llegar a ellos; bastaba con ir en camisa, con la faldereta mojada y una caña verde.

En Huesca los niños iban a esperar a los Reyes con la clásica "caña verde" a la plazoleta del puente de San Miguel, ya que la carretera de Santa Lucía era la ruta tradicional que traían los augustos y prodigiosos señores.

Cabezudos de Lanaja (Foto: C. García).En Lanaja se gastaba la misma broma a los niños; se iba a esperar a los Reyes a Santa Bárbara, con camisa mojada y una caña verde, para que, según se decía, los Reyes repartieran mejor los regalos. Los niños recibían muñecos de cartón, dinero, higos secos, mandarinas, trozos de turrón, etcétera (3).

La víspera de Reyes se también se desataban nuevas ilusiones entre los jóvenes; en muchos pueblos jugaban a sacar "damas y caballeros". En un puchero se introducían papeletas con los nombres de las mozas y de las viudas del pueblo y en otro los de los mozos viudos y tiones. Se sacaban papeletas y si faltaban chicos o chicas se emparejaban con animales. En Pozán de Vero, al día siguiente, tras la misa, el mozo debía pagar a su pareja un pedazo de turrón comprado al turronero de Pertusa e invitar a bailar a la moza. En Bespén la chica tenía que bailar con el chico e invitarle a merendar. En Robres y en Biscarrués el juego se denominaba "damas y galanes"; en Biscarrués también se les asignaba oficios.

Sariñena (Foto: C. García).
El día de la Epifanía del Señor celebraban las fiestas en Cortillas, Fanlo, Lanave, Bono, Juseu y Loscertales. Se sigue venerando este día en las fiestas pequeñas de Panillo y de Grañén; en esta villa junto con San Julián Hospitalario. En los años veinte, los festejos profanos de Grañén se reducían a bailes en los salones de Cajal y Luzán, amenizados, entre otras, por la orquestina de Azanuy.

En Grañén, el día de San Julián se honraba al Santo en la ermita, con la tradicional "misa de mozos", y a continuación cantaban al cura coplas alusivas. Actualmente se preparan chocolatadas y hacen baile.

San Julián era, igualmente, patrón del despoblado Escartín y aún se le venera en Jarlata, Somanés, San Julián de Banzo y San Julián de Basa.

El mismo día, pero en honor a San Quílez, se celebran las fiestas pequeñas de Binéfar. Antaño los mozos acarreaban cargas de leña en carros hasta la plaza de la iglesia, premiándose la mejor dispuesta. Después hacían una gran hoguera. En el baile se subastaba una "toya" y el que pujaba más alto tenía derecho a elegir una moza para "bailar la toya".

El día 8 guardaban fiesta en La Masadera festejando a San Lorenzo. En Torres de Barbués las fiestas pequeñas se celebraban en honor de la Santísima Trinidad, el domingo siguiente a Reyes, hasta que se perdió.

Abizanda (Foto: C. García)
San Victorián (día 12) paso parte de su vida por tierras del Sobrarbe. En Abizanda aún continúan con la singular tradición de la predicción de las cosechas según el color de los langostos que aparecen sobre una sábana.
San Victorián es el patrón de la capital del Sobrarbe, Aínsa, pero en la actualidad esta fiesta se ha convertido en la de los jóvenes. Ahora la fiesta de invierno de la villa es la de San Sebastián, "fiesta de los casados", que ha acabado sustituyendo a la de San Victorián.
Cayetano Enríquez de Salamanca dice que en esta jornada uno de los mozos "jinete sobre un macho, y ataviado con amplia capa y ancho sombrero, enarbola gran espadón, en el que los comprensivos vecinos ensartan longanizas y otros productos susceptibles de pegarse al riñón, a la vez que rellenan las albardas que porta la sufrida caballería con los frutos y frutas que producen las huertas ainsetanas" (4).

De los santos barbudos a san Valero

A partir de mediados de mes, y en pocos días, se celebran las fiestas de los santos "capotudos", San Pablo Ermitaño (día 15), San Antón (día 17), San Sebastián (día 20) y San Vicente (día 22), Santos que estuvieron en contacto con la vida salvaje y todos ellos con barba. Se decía que con sus largas barbas se protegían del frío y que traían el frío en sus largas barbas.

En la montaña, en estos días de mediados de enero, si no ha habido olivada grande ni ha nevado mucho, cuenta Arnal Cabero (5), en las casas "fuertes", el día en que se terminaba la recolección de la aceituna se hacía la fiesta de la "rematadura". En el festejo no podía faltar el fuego, el cordero, el cardo, las coplas de picadillo, el poncho con nuez y los invitados a la cena.

San Vicente, mártir oscense.

.A San Vicente (día 22), mártir oscense y copatrono de la capital, se le festeja en Albelda, Beleder, Capella, Esplús, La Almunia del Romeral y Larués. Ya se perdieron las fiestas de Araguás y en los despoblados de Cillas. El Pamporciello, Finestras, Griebal, Las Almunias, Obago y Pano. También fue el antiguo patrono de Siétamo, a cuya advocación está dedicada su iglesia parroquial. El Huesca la víspera se enciende la tradicional hoguera y se programas diversos actos culturales y deportivos. En Albelda la peña “El Magre” organiza estos días la denominada “Festa del Tosino”; se matan media docena de tocinos para invitar a una comida a los del pueblo y forasteros. En Capella acuden a la ermita donde, tras la misa, se reparte torta. También hubo otra romería similar en El Grado.

El día 24, festividad de San Babil se celebran las fiestas pequeñas de Loscorrales; ya desaparecieron en Bergua y en Piedramorrera. También son las fiestas pequeñas de Santa Engracia y, junto con las gentes de Javierregay y de Jasa, acuden a la ermita del Santo.
San Pablo (día 25) es patrón de Ayerbe y Boltaña. Igualmente se veneraba en Castillo de Plá, El Pueyo de Morcat y Los Molinos.

Ayerbe (Foto: C. García)
En Ayerbe celebran las fiestas pequeñas y acuden a la ermita del Santo; antaño, algunos concurrían a rendir homenaje al apóstol abogado de las convulsiones nerviosas o alferecías cabalgando en competencia sobre monturas bien enjaezadas y llevando en la grupa a su pareja, a pesar de las inclemencias del tiempo en esta época del año. Allí se rifaban los típicos "gallos del Santo" y consumían los almuerzos con los que los romeros iban provistos. Por la noche se celebraban bailes públicos amenizados por la banda de Santa Cecilia, y de sociedad en el Casino o en los cafés, siendo los primeros de máscaras, preludio de los carnavales.

San Policarpo (día 26) es el patrón de Araguás del Solano y en su honor se celebraban las fiestas mayores; en la actualidad han pasado a ser las fiestas pequeñas, adquiriendo mayor importancia las que se festejan en honor a San Roque.

San Julián (día 28) es la fiesta votiva en Sagarras Altas; les libró de una plaga de langostas.
La fiesta pequeña de Belsierre, perteneciente al municipio de Puértolas, se celebra en honor de la Consagración (día 28). El día 29, festividad de San Valero, lo celebran en Velilla de Cinca, Enate y Estada; en el primer lugar lo acogieron camino de su destierro y en los otros vivió los catorce últimos años de su vida. A su muerte se le enterró en la iglesia del castillo de Estada. En este lugar, en cada casa, solían hacer unas tortas denominadas “roscones de San Valero”, que iban recogiendo los mayordomos insertándolas en una espada. El día 30 se conoce como San Valerte y el 31 era el día de los casados.
San Valero
.El cuerpo de San Valero se trasladó a la Catedral de San Vicente de Roda, donde también se le festeja. Igualmente le honran en Renanué, Aneto y fue patrón des despoblado Arués.
En Valfarta le veneraban quienes padecían de reumas y otros dolores; actualmente hacen hogueras y sartenada.

En Secantilla hubo una ermita dedicada a este santo con propiedades que pasaron a cuatro familias y éstas se encargan todos los años de elaborar las tortas de San Valero.

CITAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. ARNAL CABERO, P.: Aragón en alto. Zaragoza, p. 136.
  2. PÉREZ, C. "El cabirón (Tronco de Navidad)", en El Pimendón. Periódico de Robres. Nº 8, Diciembre de 1989, p. 14.
  3. Datos tomados del trabajo facilitado por Macario Andréu y realizado por la Asociación FAL (Os Fablans l'Aragonés en Lanaja) sobre costumbres de Lanaja, en fabla y en castellano: Goyosa añada mil nueuzientos uitantiun.
  4. ENRÍQUEZ DE SALAMANCA, C.: Aínsa y el Sobrarbe. Madrid, 1982, p. 43 y ss.
  5. Opus citat, p. 138
Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses”, suplemento del Diario del Altoaragón, Domingo 3 de enero de 1993
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lunes, 5 de diciembre de 2011

Éxito de público en la Feria del Libro Aragonés


ANTONIO MARTÍNEZ
05/12/2011

La Feria del Libro Aragonés (FLA), que cumple su XVII edición, ha cobrado fuerza entre los lectores, autores y editores, profesionales que se han volcado para presentar la novedades de un ámbito, el cultural, cada vez más fuerte en Aragón, y prestando especial atención, en esta ocasión, al cómic.

Opiniones de la FLA

José Luis Añaños, de la "Editorial Pirineo" de Huesca, manifestaba que la "FLA" sigue en su línea a pesar de la crisis, manteniéndose la asistencia de público, con gran aceptación en Monzón y en la Comarca del Cinca Medio...

José Antonio Adell, que no presenta ninguna obra este año, también se mostraba satisfecho por la asistencia de público al stand interesado por otras de sus obras sobre brujas, historias de amor y temas ligados a la tierra...
CONTINÚA:
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Entrega de Premios "VII Premio Anual de Composición y Recuperación de Música Popular Aragonesa Comarca Campo de Belchite"

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Entrega de Premios
"VII Premio Anual de Composición y Recuperación de Música Popular Aragonesa Comarca Campo de Belchite"
Almonacid de la Cuba, Sábado 10 de diciembre de 2011
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El próximo sábado, 10 de diciembre, a las 11 horas, tendrá lugar en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Almonacid de la Cuba la entrega de premios a los ganadores del concurso. El acto estará presidido por Baltasar Yus,  Presidente de la Comarca Campo de Belchite, se interpretarán las melodías ganadoras.
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